Dentro de la pequeña sala, dos figuras ocupaban posiciones opuestas. La penumbra se adueñaba de cada rincón, otorgando una atmósfera de solemnidad. A un lado de la habitación se encontraba Tn, un individuo con la mirada perdida en el suelo, donde sus manos yacían enredadas, retorciéndose compulsivamente, mientras su pie derecho golpeteaba el suelo con un ritmo incesante. Su rostro reflejaba una mezcla de angustia y desesperación que parecía inquebrantable.
A unos pasos de distancia, el terapeuta, un hombre de semblante sereno y lentes que se acomodaban meticulosamente en su nariz, observaba atentamente a Tn, registrando cada gesto y movimiento en su libreta. El silencio era abrumador, y las palabras del terapeuta, destinadas a guiar la conversación, parecían caer en oídos sordos. Sin embargo, en el momento en que el terapeuta pronunció unas palabras que hasta entonces permanecían ocultas en su mente, Tn detuvo bruscamente sus movimientos. Inhaló profundamente, como si el simple acto de respirar le costara un esfuerzo sobrehumano, y luego se recostó hacia atrás en su silla, revelando una determinación que había estado oculta bajo su agitación.
Y así comenzó una conversación que se había convertido en una extraña tradición en medio del asfixiante silencio de la sala. En las palabras de Tn, emergió una historia desgarradora, un viaje a través de un infierno personal que desafiaría incluso las mentes más valientes. La muerte prematura de su padre, un evento que dejó una cicatriz indeleble en su corazón, marcó el comienzo de una espiral descendente. Su madre, presa de la desesperación, se adentró en el oscuro mundo de la prostitución, arrastrando a Tn con ella. La vida en su hogar se convirtió en un tormento constante, donde los golpes y el maltrato verbal eran pan de cada día.
La casa que compartían se transformó gradualmente en un reflejo de su sufrimiento interior: botellas vacías de alcohol esparcidas por todas partes, preservativos usados y desechados en rincones sombríos, y manchas inexplicables de diversos fluidos en la alfombra. El olor nauseabundo que emanaba de ese lugar se había impregnado en su memoria de forma indeleble. La vida de Tn se convirtió en una pesadilla de la que no podía escapar, atrapado en un ciclo interminable de abuso y desesperación.
La única luz en la vida de Tn en medio de esta oscuridad fue un amigo imaginario que había creado para sobrellevar la soledad y el dolor. Este compañero ficticio le proporcionaba consuelo y apoyo en los momentos más oscuros. Sin embargo, la intervención de sus tíos, preocupados por su bienestar, cambió drásticamente su vida. Demandaron a su madre y obtuvieron la custodia de Tn, pero para entonces, el joven estaba más allá de la reparación. Aunque sentía gratitud hacia sus tíos por rescatarlo de ese infierno, nunca pudo encontrar la confianza suficiente para compartir los secretos que había guardado durante tanto tiempo: sus miedos, sus preocupaciones, sus deseos y sus inquietudes más profundos.
El mundo exterior tampoco ofrecía consuelo. Tn se había aislado por completo, incapaz de conectarse con otros, ya fuera por la falta de habilidades sociales o porque simplemente había olvidado cómo se sentía tener amigos. Cada día era un recordatorio constante de los horrores que había vivido en su hogar y de la angustia que había atrapado su corazón.
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𝙻𝚊 𝙼𝚊𝚕𝚍𝚒𝚌𝚒ó𝚗 𝚍𝚎 𝚃𝚑𝚎 𝚀𝚞𝚊𝚛𝚛𝚢:𝙃𝙤𝙧𝙧𝙤𝙧 𝙏𝙞𝙢𝙚𝙡𝙞𝙣𝙚
Fanfiction𝔼𝕟 "𝕃𝕒 𝕄𝕒𝕝𝕕𝕚𝕔𝕚ó𝕟 𝕕𝕖 𝕋𝕙𝕖 ℚ𝕦𝕒𝕣𝕣𝕪: ℍ𝕠𝕣𝕣𝕠𝕣 𝕋𝕚𝕞𝕖𝕝𝕚𝕟𝕖," 𝕋𝕟, 𝕦𝕟 𝕛𝕠𝕧𝕖𝕟 𝕧𝕒𝕝𝕚𝕖𝕟𝕥𝕖, 𝕒𝕤𝕚𝕤𝕥𝕖 𝕒 𝕦𝕟 𝕔𝕒𝕞𝕡𝕒𝕞𝕖𝕟𝕥𝕠 𝕕𝕖 𝕧𝕖𝕣𝕒𝕟𝕠 𝕖𝕟 𝕓𝕦𝕤𝕔𝕒 𝕕𝕖 𝕤𝕦 𝕒𝕝𝕞𝕒 𝕘𝕖𝕞𝕖𝕝𝕒, 𝔸𝕓𝕚𝕘𝕒𝕚𝕝...