Una Llama Por Encender

 
Viaja hacia el norte, encuentra nunca jamás, ahí hallarán a la mujer, que tanto ansían encontrar. Más fácil no será hallar a la mujer que tanto desean observar, ya que su barco invisible es y su tripulación fácil no será de vencer, Adalia, La guardiana, capitana de su fiel tripulación. Ellos custodian la entrada hacia donde seres malignos duermen en paz, protegen la entrada día y noche sin cesar, para que nadie valla interrumpir su descansar. Adalia temida en los 7 mares de nunca jamás junto sus tripulantes, temida y despreciada en cualquier lugar al que ella valla a llegar, cuentan las leyendas que ella domino al Kraken y ahora su fiel mascota es, otra dice que es un ser maligno que todo lo que toca se a de deshacer, también hay otra que cuenta que en la cueva que ella a de custodiar hay duermen las criaturas que ella controla con su espada de Nixo un mineral que únicamente se encuentra allá en esa cueva oscura y de gran profundidad, que algún día ella a de levantar su espada y un grito de guerra ella a de gritar para que las bestias vuelvan a despertar, más nadie cuenta que de puro corazón es esta mujer, con un bello fuego de esperanza en sus ojos has de ver solo si ella te lo permite ver, Morena canela, bella como el sol. Ella es una llama ardiente que no se puede desvanecer o como fénix ella a de renacer.

Pero creo que lo que deseas saber de esta historia, cuento o leyenda como le quieras llamar viajero, es el donde se encuentra nuestra temida capitana de corazón de fuego…

En estos instantes el verano abrazador de nunca jamás hace que el calor se pueda respirar, el sol ardiente se siente más fuerte, y eso le alegra a nuestra capitana, observa atentamente el salir el sol desde lo más alto de su barco, tomando una soga para dejar su cuerpo caer al vació, su pelo rojo y algo ondulado, junto con sus prendas eran movidas por una ligera brisa, sus ojos carmesí observaban con fascinación el despertar del sol en sus tonos naranjas y rojos que la hacían relucir si alguien la llegará a ver, su tripulación dormida estaba, tan sólo las olas del mar se escuchaban, los delfines que abecés salían para saltar, dándole ese toque tan bello que lo hacia nunca jamás.

Se escuchaba fuertemente la cascada, como caía el agua de mar dentro de la cueva oscura. Siguió así en la misma posición disfrutando de esos momentos que gozaba con fulgor, su tripulación despertó y bajo deslizándose con ayuda de la soga, callo de pie sin ningún error, su tripulación al verla una reverencia hacia ella, Adalia presencio, sonrió sin mostrar los dientes y dijo lo siguiente.

-Tripulación! Buenos días a todos vosotros! veo que este será un buen día!... Les pido a todos estar listos en 5 minutos en la planta del Sur, les daré sus labores de hoy! ANDANDO NO LOS VEO MOVERCE ESCORIAS!!

La tripulación con atención oyó y una sonrisa les saco todos al uniso dijeron.

-AHOY CAPITANA!!

Todos rápidamente se retiraron, unos corrían demasiado rápido como, para aver visto cuando salieron corriendo, otros usaron las sogas que caían de las velas para ir más rápido, otros más silenciosos que el viento, su tripulación era la mejor, temidos por ello, hasta por el mismo Garfio, Peter pan ni siquiera osaba molestarlos por temor junto con sus niños perdidos, las hadas se escondían con pavor al oír sobre su tripulación y más sobre ella misma, y las sirenas simplemente preferían nunca ir a el norte donde se encontraban.

Adalia tomó su espada preciada de color negro por el mineral que brillaba por los rayos ligeros del sol, inquebrantable ante todo y de todos, empezó a filmar para matar su tiempo mientras pensaba para que los preparara el día de hoy.

El tiempo paso y un minuto antes llegó toda su tripulación en filas de 3 se alinearon, todos firmes y rectos esperando indicaciones, una sonrisa de orgullo se le salió, se levantó, giro su espada y la metió a la perfección en su vaina.
Camino en frente de su tripulación dando órdenes a cada uno de ellos, todos respondían con un “AHOY CAPITANA”, “A LA ORDEN, CAPITANA”, “SI CAPITANA”, asta que simplemente nadie quedo, unos limpiaban, otros izaban velas para empezar su recorrido de todos los días, el sub Capitán manejaba el timón, unos re cargaban cañones, otros limpiaban los rifles y espadas.