No tengo idea de cuando fue exactamente que empezó todo esto, solo que fue hace aproximadamente hace 3 años, pero estoy seguro de algo. Que si sigo guardándolo solo para mí no voy a aguantar mucho. 

La cuarentena marco un antes y un después en mi vida. Yo apenas había empezado la secundaria, todo parecía perdido, me había distanciado de mis amigos y la escuela en línea era para mí era una perdida de tiempo, nada era lo mismo sin mis amigos. No tenía a nadie de confianza debido a que nunca tuve una buena comunicación con mi familia. 

Estuve encerrado durante dos años, los cuales fácilmente podría describir como los peores de mi vida, en ese entonces mis papás discutían todos los días, si no era por problemas económicos o por una simple acción del otro, siempre hallaban la forma de pelear. 

Mis hermanos también se vieron muy afectados por la falta de las clases presenciales, mi hermana dejo de hacer tareas porque tampoco entendía nada, y mi hermano dejo la escuela.

Fue una etapa muy fea, la cual no se la deseo a nadie. Pero un día llegaste tu, una niña que siempre estaba feliz, siempre jugabas conmigo y dormíamos juntas, por varios meses fuiste mi única razón para levantarme, eras lo que en ese entonces salvaba a la familia de no todo el tiempo estar peleando. 

Eras una niña feliz, sin ninguna pizca de maldad en tu ser, lo único que hacías era mantenernos felices, yo amaba tomarte fotos, las cuales aun guardo con mucho amor, existe un video en el cual estaba  yo y mi hermana jugando contigo, en una fracción de segundo miraste directamente a la cámara y puedo jurar que esa mirada significa algo.. 

Pero nunca sabes lo que tienes hasta que lo pierdes.. no? Pues yo no lo sentía así, de alguna forma sentía que no iba a durar mucho ¿porqué? ni yo lo sabía. 

Te recuerdo muy bien, tu aroma, tus enormes ojos negros, tu piel.... Eras una niña hermosa, recuerdo que siempre que podía te mimaba hasta que te hartabas de mí... Cuanto te extraño. 

𝘊𝘢𝘳𝘵𝘢𝘴 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘶𝘯 𝘢𝘭𝘮𝘢 𝘱𝘦𝘳𝘥𝘪𝘥𝘢 🌠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora