trece.

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Leandro y Liz caminaban en silencio, con un helado en la mano mientras esperaban a Licha y Muri que habían ido a comprar algo dejando a ambos en una situación medio incomoda. 

- Podes decirlo, preguntarlo o no se, lo que sea que tengas guardado -murmuro Leandro sin mirar a Liz a los ojos-

- Yo? -pregunto Liz haciéndose la desentendida logrando que al fin el voltee a verla-

- Te conozco hace año, Elizabeth, conozco tus mas mínimos movimientos y gestos, se que queres decir algo -.

Liz sintió que por un segundo dejo de respirar y su corazon empezaba a latir mucho mas rápido, quizá eran los nervios que le generaba el ser tan obvia ante los ojos de el aun cuando llevaban años sin verse.

- Bueno, esta bien -ella dejo de caminar, captando toda la atención de el, haciéndolo frenar también- No entiendo porque me mentis, se supone que esta todo bien, obvio me molesta un montón que la persona con la que estes sea ella pero que se yo, me gustaria que seas sincero -.

Leandro suspiro porque una parte de el sabia que eso era lo que Liz tenia tan callado aunque en su interior esperaba que no fuese asi.

- Perdón, me daba miedo, estuve años intentando que me perdones, no queria que de la nada todo se vaya a la mierda otra vez por ella, sinceramente la situación es muy compleja pero no la quiero, Liz, no estoy con ella por elección -.

- No necesitas darme explicaciones, Lean, tampoco creo que te despiertes todos los dias con un calibre 22 en la cabeza para estar si o si con ella -.

Leandro solo pensaba que las reglas para mantener la relación eran un poco eso, Camila no jugaba con la vida de el, ni siquiera mencionaba como le podía cagar la carrera que tanto le costo pero tocaba el único punto débil de Lean: Liz.

- Es complicado, Liz, en algún momento lo vas a entender, cuando vea como solucionar todo -.

Y aunque parecía que no, el ya estaba asegurándose de todo teniendo a Liz mas cerca, cuidándola estando a su lado, cuidando su imagen y su carrera lo mejor que podia, ayudándola cuando lo necesite.

Habían pasado meses desde el mundial y también habian pasado meses desde la ultima vez que se vieron, en el recital de ella, cuando le cantaba "Mi otra mitad" mirándolo a los ojos, como si ella en ese momento ya supiera todo.

Leandro ahora estaba por mudarse a Roma, junto a su pareja, Liz estaba disfrutando su ultimo momento por Europa antes de ir a seguir con su vida en Argentina.

- Podemos olvidarnos del tema por un rato? -pregunto Lean y Liz asintió, no muy feliz de evadir la situación pero comprendiendo que quizá ella no estaba viendo todo como era-

- Si, vamos allá -Liz señalo un pequeño parque que estaba a unos pocos metros de ellos-

Lean asintió caminando detrás de Liz e inevitablemente sonrio viéndola, no tenia sentido lo que la había extrañado, de parte de el, el sentimiento de amor seguía intacto.

Liz se sento en el pasto y volteo a mirarlo con una sonrisa

- Dale, sentate -hablo Liz golpeando el pequeño lugar a su lado para que el se siente-

Lean ocupo el espacio al lado de Liz y empezaron a hablar de los próximos proyectos de ella, también Lean aprovecho para contar algunas anécdotas viejas con Liz que siempre le gusta recordar.

- Pero yo tenia razón Leandro -.

- Un poco pero bueno, me hiciste caso a mi -.

- Mi mayor error adolescente fue haberte hecho caso a vos en mis trabajos prácticos -.

- Nuestros -corrigió Lean logrando que Liz asiente levemente con la cabeza-.




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⏰ Última actualización: Sep 08, 2023 ⏰

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mi otra mitad | leandro paredes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora