Stars ✮ | Bill Kaulitz

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Esos siguientes días no pudo parar de pensar en eso, en ella, en todo lo que pasaron juntos.

«seremos amigos para siempre, y si alguno no se casa con otra persona de mayor, entonces nos casaremos nosotros y seremos la mejor pareja de toda Europa... O del mundo entero!»

El último concierto de esa gira había terminado. Tocaba descansar por un tiempo del escenario y seguir trabajando en canciones y sonidos nuevos.

- estuvo genial chicos

Los de su equipo les felicitaban tras el final del concierto. Todos subieron a una furgoneta para volver al hotel, dormir y volver a Alemania al día siguiente por la mañana temprano.

- Bill ya te cansaste de ser famoso? - habló Georg

- qué? No, a qué viene la pregunta?

- no estás muy productivo últimamente, estás como si vivieras en tu mente

- no no, nada de eso - se limitó a contestar él

- Bill no duerme muy bien últimamente, es solo eso - dijo Tom para que su hermano no tuviera que dar explicaciones

Tom sabía que estaba pasando algo, la falta de sueño nunca fue un problema para su hermano, por qué lo iba a ser ahora de la nada? Esperaba a que su hermano se lo dijera, no quería preguntar porque seguro que era un tema delicado para él. Le daría su tiempo.

Llegaron al hotel y todos se asearon y luego se acostaron sin pensarlo dos veces. Decidieron no ir a ningún sitio tipo fiesta o algo así para que Bill "pudiera dormir bien". Pero Bill lo único que hacía era dar vueltas en su cama.

- Bill - sonó una voz a mitad de la noche

- dime Tom

- puedes relajarte? Escuchamos cada vez que te mueves

- sí, lo siento

- gracias - dijo Gustav, probablemente Georg ya estaba dormido

El resto de la noche fue silenciosa, pasó lenta para Bill que durmió bastante menos que los demás. Pensaba que no podría seguir así, tendría que contarle a Tom lo que le pasaba, seguro que buscaban una manera de superarlo. Se lo diría en el avión, por la mañana.

Al día siguiente se levantaron temprano, ya tenían las maletas hechas del día anterior así que no tuvieron que hacer mucho, solo guardar la ropa con la que durmieron y sacar la que se pondrían para el vuelo. No pasó ni media hora de levantarse que ya habían terminado de desayunar, si no lo hubieran hecho rápido habrían perdido el vuelo.

- cómo dormiste anoche, Bill? - preguntó Georg cuando ya estaba lo suficientemente despierto como para mantener una conversación

- mmmh - contestó éste medio dormido

- me da que no muy bien - habló Gustav

Cuando subieron al avión, Bill y Tom se sentaron juntos. Tom le dirigía algunas miradas a su hermano esperando a que le dijera algo, Bill solo pensaba como decirlo. Sabía que se lo iba a decir pero no estaba seguro, estaba hecho un lío. Al fin Bill aclaró su garganta llamando la atención de su hermano.

- ya me vas a decir que te ocurre? - preguntó impaciente

- Tom, recuerdas esa chica... - no llegó a terminar la frase, Tom sabía a la chica que se refería, sabía lo que pasó unos años atrás y sabía el aprecio que su hermano menor (por diez minutos) le tenía, también fue su amiga, lo fue de los cuatro, pero su amistad con Bill era otra historia

- ____, cierto? - lo miró con algo de lástima

- sí... Hace como cinco días o así, cuando estaba buscando la pulsera, recuerdas? - su hermano asintió para que siguiera hablando - busque por toda mi habitación y no encontré la pulsera pero si encontré una carta

- una carta? De ella?

- sí, una carta de ____, no lo dije pero me dejó una carta antes de aquello

- pero eso es bueno, no? Te dijo donde estaría? Si estaría bien? - preguntó emocionado, ya que el le tenía cariño a la niña por haber cuidado de su hermano en los peores momentos

- no Tom, si me lo hubiera dicho hubiera recorrido cielo y tierra para encontrarla - Tom cambió su expresión a una de tristeza - solo se despedía, se disculpaba y me agradecía, ya sabes, sin más detalles...

- pensé que ya habrías salido más o menos de ese tema, pasaron años

- yo también lo pensé, me duele más no saber si sobrevivió, su padre no debería haberla alejado de mí, es un monstruo - dijo mientras se cristalizaban sus ojos - me hace tanta falta... Ella quitaría el mundo de mis hombros si alguna vez se me hiciera difícil de llevar

- está bien Bill, no estés así

- Ich bin nich' ich - susurró Bill - recuerdas cuando escribí esa canción? - Tom solo lo miró por unos instantes - "Und an der Wand dein Abschiedsbrief" - cantó casi en un susurro

- "y en la pared tu carta de despedida"... Era para ella?

- sí, la escribí un año después pensando en ella... Cómo muchas otras

- te gustaba? - le preguntó Tom

- qué?

- ____, te gustaba ella? - Bill miró así hermano y pensó

«me gustaba?... Claro que me gustaba»

- mucho, me prometí a mí mismo que nunca me casaría con nadie - Tom lo miró sin entender - de pequeños me prometió algo, me dijo que si alguno no se casaba de mayor nos casaríamos ambos y seríamos la mejor pareja del mundo

- Bill

- sí?

- yo no quiero llorar, vale? - decía Tom con lástima en sus ojos, tanto por su hermano como por la niña que se fue de sus vidas más pronto que tarde

- está bien, lo siento - rió Bill mientras limpiaba una lágrima que caía por su mejilla

- no te disculpes, era broma me pasaría el día escuchándote si eso te hace sentir mejor

Y de nuevo, un deja vu se hizo presente

«si estás triste puedes contármelo, se me da bien escuchar... El médico de los sentimientos me ha dicho que soy madura para mi edad»