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CARTAS EXTRAVAGANTES | Kanzaki Aoi

Tercera carta ★彡 💌 彡★

Tercera carta ★彡 💌 彡★

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—No otra vez.

Aoi suelta otro suspiro al tener otro sobre de otro color en sus manos. Ahora el sobre era de color amarillo, bueno, aquello no le importaba en absoluto. De hecho no le importaba nada sólo no quiere seguir recibiendo cartas de ese desconocido que se cree muy genial.

—Dios, la letra no cambia.—Suspira de nuevo.

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Te lo he advertido y, ¿qué haces primero? Haces añicos a mi carta. Eso no fue muy extravagante de tu parte, pero me lo esperaba de tí. Eres muy gruñona, te pareces a mi amigo. Es un enano gruñón, tú eres una enana gruñona. Hasta pueden ser almas gemelas. Pero él es de mi amiga, así que si te llamó la atención pues no tendrás una cita con él, así que te tienes que conformar conmigo. ¡Yo soy el más genial!

De hecho no entiendo porque me llamastes la atención, será que nunca acostumbré a ver mujeres enojonas en mi vida. Bueno, no importa. Te seguiré enviando cartas, así que no rompas esta.

Por parte del: Chico genial que no quieres que vuelvas hacer su nueva carta añicos.

Para: La enfermera enojona de tamaño enano con similitud de su amigo enano y gruñón que nunca sabrá quien es.
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—Que remedio.

Aoi aceptó que está condenada a recibir cartas de ese idiota tan extraño. En vez de hacerle añicos a la carta—faltas no le quedaban—Lo puso de nuevo en su sobre, se dirigió a su habitación buscando algo para guardarlo y vió una cajita, abriéndola dejando ver el primer sobre que recibió y el segundo sin carta, ahora coloca el tercero con carta. Lo esconde debajo de su almohada y sale de su cuarto para dirigirse a los pacientes para atenderlos.

Fue vista por los pasillos por su admirador.

—¡No hizo añicos a mi carta! ¡Si!—Celebró el pelirrojo haciendo un baile extraño.

—Pobre chica, me compadezco de que un loco maniático la acose.—Dijo desinteresado Ryu y su amigo el cuervo lo apoya asintiendo su cabeza.

—Acosador.

—¡Yo no lo acoso!—Apunta hacía el enano frío seguido de su pajarraco.

Tanto el cuervo como su dueño son iguales de personalidad.

—Eso lo diría un acosador que envía cartas  a una chica.

—Acosador.

—¡No soy un acosador que envía cartas a una chica!

Tanto Ryu como Koi—el nombre del cuervo, el enano verde tiene una gran fascinación a esos peces—ponen su cara de poker abrumando un poco al pelirrojo ante su coordinada mirada de ambos.

«Esos dos se parecen mucho.»

—¡Bu-Bueno, si!—Suspira derrotado.—Le envío cartas a una chica...¡Pero no soy un acosador!

—¡Acosador!

—¡Callate pajarraco!

Lo intenta coger del cuello, pero se olvidó que su amigo era un defensor de animales. Su muñeca derecha es agarrada por la mano ajena y antes de hacer algo, su cuerpo es elevado hasta que tocó el suelo invadiendole un dolor inmenso por toda su espalda. Una sombra opaca la luz del sol observando el rostro del enano con una mirada más fría que el mismo frío.

Por algo lo apodaron el Flechas de Escarcha.

—Intenta tocar a Koi de nuevo y romperé cada hueso tuyo, maniático loco.

—¡Esto es hipócrita de tú parte cuando tú también envias cartas a personas que no se que pones, pero a nadie de seguro le importa lo que haces cada día!

Su alma sale de su cuerpo al ver la mirada cargada de furia de aquel enano de pelo de hongo y un aura oscura lo rodeaba sabiendo que cavó su propia tumba.

—Antes de que me mates, ¿puedo despedirme del maestro y sus esposas?

—No.

—Lo intenté.

Antes de recibir el golpe que lo llevara a conocer a diosito, junta sus manos cerrando sus ojos para rezar como le enseñó Gyomei.

«Padre nuestro que esta en el cielo, santificado sea tú nombre quiero que oígas mis plegarias y me des las puertas a tú cielo. Te juro que no fui un mal chico, además soy huérfano y...»

De ahí se escuchó se escuchó el grito más  masculino que salió de lo más profundo del pelirrojo enmascarado.

De ahí se escuchó se escuchó el grito más  masculino que salió de lo más profundo del pelirrojo enmascarado

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𝘾𝘼𝙍𝙏𝘼𝙎 𝙀𝙓𝙏𝙍𝘼𝙑𝘼𝙂𝘼𝙉𝙏𝙀𝙎 [ ᴋᴀɴᴢᴏᴋɪ ᴀᴏɪ ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora