𝕻𝖗𝖔𝖑𝖔𝖌𝖔

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April

Hay veces en las que dejamos de hacer las cosas que nos hacen sentir bien por creer que no es algo correcto, cuando en realidad es nuestro entorno el que nos hace creer que no está bien y bueno, pienso que en ocasiones tenemos que empezar a hacer las cosas por nosotros mismos, pequeños cambios que nos hacen sentir llenos de vida.

En la oscuridad de la noche todo es más tranquilo; me da una sensación de paz que rara vez suelo conseguir aunque lo que estoy haciendo no sea del todo muy... ¿tranquilo?

Me dirijo hacia el establo del señor Wolf con mucho cuidado para no alarmar ni despertar a nadie, lo menos que necesito ahora es problemas por simplemente llevarme un rato a uno de sus pegasos, aunque algunos lo llaman robar, yo lo llamo "tomar prestado".

Claro, con el único detalle de que no has pedido nada.

Solo es un pequeño defecto, todos tenemos defectos.

Estoy consciente de los problemas que puede traerme esto pero aquella vocecita solo aparece para recalcar que estoy haciendo algo estúpido o poco sensato.

Que por lo visto, es casi siempre.

¿Por qué mejor no vas a dormir?

Linda, eso es lo que deberías estar haciendo tú.

Ignoro a mi otra yo mientras me muevo sigilosamente por detrás del establo ya que no soy tan tonta como para ir por el camino de piedra donde cualquiera que se asome a su balcón podría verme y aunque llevo una capa con capucha la gente se pondría alerta, dificultando así mis salidas nocturnas.

Entro al establo contando los espacios a mano derecha hasta llegar al tercero, que es donde se encuentra Raven, una Pegaso de color negro y fascinantes ojos grises, la cual se ha convertido en mi acompañante cada que vengo.

La primera vez que la vi por algún motivo sentí algo especial en ella y tal vez sea por el color grisáceo de sus ojos. No voy a mentir, en medio de la noche con unos ojos tan llamativos me saco un buen susto y hasta me intimidaba pero, luego de un rato no podía apartar la vista de ellos y contrario a lo que pensé que haría no se inmuto por mi presencia, estuvo tranquila y a mí la simple idea de que me tuviera confianza me hacía sonreír.

-Hola Raven... - la salude casi en un susurro, no tardo en reconocerme y mostrarse amigable.

Abrí la pequeña puerta para dejarla salir, mirando a mí alrededor para asegurarme de que ninguno de los otros pegasos se alarmara o se le ocurriera armar un escándalo pero, todo está muy tranquilo, extrañamente tranquilo, de hecho y no digo que tenga que ser algo malo pero... ¿alguna vez han tenido la sensación de que alguien los observa? Bueno, así me siento pero, no veo a nadie por ningún lado.

Al salir del establo ella despego sus alas logrando una imagen simplemente majestuosa y digna de admirar; con la luna atrás es como ver una sombra pero al ver aquellos ojos te envuelves de una forma difícil de explicar. Y no sé si fui yo pero por un instante en el que la luz nocturna encontró su mirada pude notar algo diferente, como una chispa de energía.

Frote mis ojos saliendo de mi trance dado que de seguro mi vista a lo mejor me juega bromas por la hora y la oscuridad. Me subí con cuidado a su lomo y como de costumbre a una distancia prudente del establo empezó a batir sus alas elevándonos para pasar por sobre el pueblo, volamos por sobre el bosque hasta llegar al lago; la vista es simplemente maravillosa.

Descendimos lo suficiente como para tocar el agua con tan solo extender un poco mi mano y al volver a subir el viento hizo que mi capucha se volara hacia atrás, pero por primera vez no me importo dejar a la vista quien verdaderamente soy. Mis grises hebras de cabello quedaron al aire de manera despreocupada, algo me hace pensar que así debería ser siempre pero ¿a qué costo correr el riesgo?

Una energía me recorrió el cuerpo al tener mi cabello de esta forma, es como si algo me llenara de vida haciéndome sentir... poderosa aunque, aún no lo comprendo del todo. Miro un segundo al lago, donde en el reflejo se puede observar los mechones brillar con intensidad, una intensidad que jamás había visto.

Mis ojos se abrieron con asombro y algo asustada por esto volví a colocarme la capucha al instante y al hacerlo sentí como si aquella energía que hace unos instantes sentía fue desvaneciendo poco a poco. Deje de ver ese brillo a excepción de un pequeño mechón que caía sobre mi hombro; este aun brillaba y sin entender del todo porque, de pronto una teoría se me cruzo por la mente.

Mi vista se paseó entre la luna y aquel mechón resplandeciente.

--¿será posible que...?-susurre para mí misma. -Raven, bajemos un momento.

Al decir aquello último coloque la palma de mi mano en su mejilla y ella comprendió porque de inmediato cambio su curso dando vuelta mientras descendía hacia la orilla del lago. Al aterrizar me baje y ella se dedicó a beber agua del lago.

Este lado está despejado de árboles, así que me situé de cuclillas frente al lago observando mi reflejo, me quite la capucha y de nuevo pude observar ese intenso brillo, pase las manos por mi cabello tratando de comprender. Para confirmar mi teoría tome un mechón privándolo de la luz de la luna y efectivamente dejo brillar.

No sé si sentirme asustada, fascinada o intrigada por descubrir esto pero, lo que si se es que tengo que irme si no quiero levantar sospechas de nadie en casa, así que me despego de la orilla escondiendo mi cabello bajo la capucha.

--Bueno, creo que será mejor que volvamos.

Me subí a Raven y ella batió sus alas las cuales son tan imponentes como su presencia, emprendiendo vuelo de vuelta hasta el establo.

****

Luego de dejar a Raven de nuevo en el establo, April volvió con cautela a su casa en el pueblo, todo parecía estar en orden más sin embargo, la sensación de ser observada no desaparecía. Por más que mirara a todos lados y a cada rincón sin conseguir nada, ni lo más mínimo fuera de su lugar, nada que se pudiera llegar a considerar sospechoso.

Al final llego a la conclusión de que estaba actuando paranoica y que debía llegar pronto a su casa para descansar pero, si algo había aprendido con el tiempo es que jamás debe bajar la guardia, ni dejar nada por sentado.

Su intuición rara vez le falla y esta vez no es la excepción; el la observaba, desde lo más profundo y no precisamente como una forma física.

"De las sombras nacerá y con él, se marcara el fin de una era, dando inicio a un nuevo mundo donde la codicia gobernara y solo los más ágiles prevalecerán"

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