Capítulo 3: ¿El destino? o ¿casualidad?

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-¡Pero eres una reverenda irresponsable! ¿acaso tienes idea de todo lo que nos ha costado llevarte a esa universidad...- reclamaba su madre, tan fuerte que parecía que el celular estaba en altavoz...- ¿No valoras el esfuerzo de uno? ¡No somos ricos para desperdiciar de esa forma el dinero!

-Mam...-titubeaba la chica temblorosa con el teléfono en su oído.

-¡Cálla enserio, no hables! Ve como le haces para pagarte lo que te falta. No pienso desperdiciar ni un solo centavo más en ti.- exclamó antes de cortar abruptamente la llamada.

Flavia se quedó viendo el celular con tristeza y vergüenza.-Me odia...  te dije.- dijo volteandose a ver a su amiga quien hacía como que no escuchó nada.

-¿Ah, si? Qué será lo que te habrá dicho.

Flavia se dejó caer sobre su escritorio empezando a sollozar.
-Oficialmente estoy desesperada...

-¿Tanto por un solo examen?- cuestionó Gaby jugando con la gata de  la pelirroja.

-Es que, mi mamá es una persona que sufre mucho por el dinero. En realidad ni siquiera entiendo el por qué, mi papá gana muy bien, no nos falta nada. Ah, pero te apuesto que fuese para mi hermano y ahí si no diría nada. Se ha cambiado de carrera unas 3 o 4 veces ¿y crees que le ha dicho algo? ¡Nada!

-Calma, calma. No te pongas así...- Dijo incorporándose para ir directo a consolar a su amiga.

-¡¿Cómo no?! No puedo costear el cuarto, mantener a la gata y estudiar a la vez ¡¿Qué haré?!- dijo hundiendo su cara en el pecho de Gaby.

-Bueno quizá si hablamos con tu papá...

-¡No! Si mi madre me odia él aún más. Creo que prefiero conseguir el dinero aunque tenga que vender el culo antes que pedirle ayuda.

-Auch ¿por qué tanto odio? ¿Hiciste algo? Como para que no les importe tu futuro ni tu supervivencia.

Flavia se quedó en silencio un momento. Para luego negar con la cabeza.

-Si te mueves así en mis tetas vas a excitarme ah.- bromeó para luego ser empujada por su amiga.

-¡Basta!

-Jaja, necesitaba safarme del abrazo mucho afecto para mí.- Dijo para volver a sentarse en la cama.- A ver, perra inmunda. Ya mucho drama mucho lloro, pero nada de soluciones.
Te tengo una propuesta.

-Te escucho.-Dijo con los ojos hinchados y llena de mocos.

-¿Vamos a Fauna esta noche?

Flavia la miró seria por el descaro de su amiga al invitarla a un bar en estos momentos.

-Eres una pendejada enorme enserio.

-Jaja ¿por qué?

-¡¿Cómo que por qué, putaa?! Estoy a punto de quedarme sin casa y sin futuro y tú quieres ir a zorrear.- Gritó

Gaby le hizo señas con las manos para que se calme.- A ver, cálmate. No vamos a ir como clientes.

-¿Cómo así?- la miró confundida.

-¿Te acuerdas de Cody?- dijo cruzando las piernas.

-¿El rubio que no te da bola?

A Gaby eso le dolió, pero quiere mucho a su amiga así que se limita a solo mirarla mal y no decir nada puesto que sabe que puede destruirle la moral en dos segundos.

Flavia interpretó ese silencio así que mejor se quedó callada y hundió la boca en sus antebrazos como si se estuviese escondiendo de un depredador.

-Bueno, perra. Continuo, hace como dos semanas en el baño del instituto estábamos conversando, y entre platicas me comentó que están solicitando meseras o "azafatas".

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⏰ Última actualización: Jan 14 ⏰

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