𝟬𝟯

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Una semana había transcurrido desde la última vez que Heeseung y Jay se habían visto, pero los rumores habían corrido por todo el instituto.

Diferentes versiones y conclusiones, desde que Heeseung era una persona muy agradable que no juzgaba a nadie hasta que Jay era su pareja. Todas incorrectas a excepción de la amabilidad de Heeseung, eso no estaba en discusión para nadie.

Jay comenzaba a molestarse aún más día con día, las miradas hacia su persona habían ido en aumento desde su mínima interacción con Heeseung, la mayoría iban cargadas de desprecio y aunque en un principio eso no le importaba, ahora que toda la escuela parecía estar chismeando sobre el resultaba irritante.

Quería golpear a todos, pero en especial a los compañeros de equipo de Heeseung, esos idiotas que le veían un par de segundos y se susurraban algunas cosas entre ellos para después reírse, justo como en este momento.

Jay sacaba algunas libretas de su casillero mientras a unos cuantos casilleros lejos se encontraban esos tres chicos, burlándose de él.

Estaba lo suficientemente harto de la situación como para azotar la pequeña puerta de su casillero y acercarse a los chicos echando humo por las orejas. —¿Puedo saber qué les parece tan gracioso, trío de idiotas?

Uno de los chicos se acercó a el, aún con las manos dentro de sus bolsillos y una sonrisa extremadamente molesta. —Tú, tu patético intento de conquistar a Heeseung y volverlo un homosexual como tú, nos causa gracia, ¿porqué? —. El chico se acercó aún más a Jay, invadiendo su espacio personal y acercándose lo suficiente a su oído para susurrar: —¿Harás algo al respecto Jay? ¿Llamarás a alguno de tus novios para que venga a defenderte?

Esa era una de las cosas que más le sacaba de quicio, ¿porqué asumían automáticamente que por ser homosexual era débil? No necesitaba que alguien viniera para defenderlo, Jay era completamente capaz de arreglar la situación con sus propias manos y se lo haría saber a estos chicos molestos.

—¿Porqué? ¿Te molesta que tenga novio? ¿Quieres ser el único Sunghoon? —. La pregunta cargada de veneno logró dar justo en el ego del chico, empujó a Jay con ambos brazos causando que su espalda golpeara contra los casilleros.

—Eres un idiota —. Gruñó el chico entre dientes, tomando a Jay de la camisa con fuerza.

—No más que tú, maldito
homofóbico —. Jay no evitó el contacto visual, no se dejaría intimidar por alguien como Sunghoon, si él quería pelea entonces eso obtendría, porque Jay no iba a dejar que siguieran burlándose de el.

Cuando el puño de Sunghoon estaba a punto de golpear su cara, éste se detuvo en el aire gracias a una mano sosteniendo su muñeca.

—Sunghoon, ¿qué haces? —. Jay dirigió su mirada en dirección a la voz, encontrándose con los ojos molestos de Heeseung.

—¿Quieres soltarme Heeseung?
Estoy harto de este asqueroso homosexual. — Jay rodó los ojos ante “el insulto” que escapó de los labios del chico, ¿las personas aún creían que usar la palabra homosexual como insulto era una idea genial?

Heeseung negó con la cabeza y contrario a lo que Sunghoon quería, lo tomo con más fuerza y le apartó de Jay. —Sunghoon deja de usar la palabra homosexual como un insulto, no lo es. Y ni siquiera pienses en golpear a Jay —. Replicó Heeseung, Jay agradeció internamente que aún existieran personas coherentes y respetuosas como él.

Agradecía la ayuda de Heeseung, pero lo tenía todo bajo control, Sunghoon ni siquiera habría logrado tocarle un pelo hace un momento porque Jay no planeaba agachar la cabeza y cerrar los ojos para esperar el golpe, iba a regresarle a Sunghoon todos y cada uno de los golpes que lograra darle, pero al parecer eso ya no sería necesario.

—Mierda Heeseung, ni siquiera te atrevas a decirme que ahora también eres un maricón —. Sunghoon gritó, llamando la atención de todos los estudiantes en el pasillo y Heeseung parecía estar a punto de tener un tic en el ojo izquierdo.

—Sunghoon, tú mejor que nadie sabes que odio la violencia, pero en estos momentos me estás incitando a darte un buen golpe en la cara —. La voz molesta de Heeseung le causó escalofríos a Jay, vaya que el chico lograba verse intimidante cuando la situación así lo requería.

El nombrado bufó, volviendo su mirada a Jay, acercándose de nueva cuenta a su oído. —Salvado por la campana maricón, pero no esperes que eso suceda a la próxima —. Murmuró con rabia, empujando a Jay una última vez antes de irse en compañía de los otros dos chicos que se habían mantenido al márgen, observando la situación desde lejos.

—¿Estás bien? —. Heeseung se acercó rápidamente para asegurarse de que no estuviera lesionado, Jay intentó no sonreír como idiota al ver su preocupación por el.

—Lo estoy, no te preocupes —. Respondió, alejando discretamente a Heeseung de su cuerpo, ya le había causado demasiados problemas y no quería que la situación volviera a malinterpretarse.

Para Heeseung su acción no pasó desapercibida e ignorando a Jay se acercó de nueva cuenta, observando con atención sus clavículas que apenas eran visibles gracias al uniforme de básquetbol. —Tienes la piel sonrojada.

Heeseung alzó la vista topandose
con la mirada avergonzada de
Jay. —Descuida, no tienes que cuidarme de los rumores Jay, los chismes mal intencionados siempre van a estar, no me importa —. El nombrado asintió, ahora con una sonrisa en su rostro.

—Bien, ¿quieres que vayamos a enfermería? Puede que tengan alguna pomada.

Jay negó. —No es necesario, tengo una en los vestidores del equipo de básquet —. Heeseung comenzó a caminar en dirección a la cancha de básquetbol, al darse cuenta de que Jay seguía inmóvil regreso de nueva cuenta para tomar su muñeca y llevarlo consigo.

—Vayamos juntos entonces, no te quedes ahí parado —. Mencionó Heeseung, riendo al ver las mejillas rojas de Jay.

Let's Be Imperfect 𖤐 Heejay Donde viven las historias. Descúbrelo ahora