Al llegar a los vestidores, Jay se dirigió a su casillero para sacar la pomada mientras Heeseung tomaba asiento en la gran banca que atravesaba todo el vestidor.
—Aquí está, ya puedes irte tranquilo Heeseung, creo que en diez minutos tienes una clase —. Murmuró Jay, no era necesario alzar la voz ya que no había nadie más en los vestidores aparte de ellos.
Heeseung negó, poniéndose de pie para acercarse a Jay. —Una clase no es tan importante, puedo ponerme al corriente después, primero quiero asegurarme de que estás bien —. Sentimientos raros comenzaron a abordar a Jay, se sentía cálido, era una sensación completamente nueva para el.
Heeseung le hacía sentir como en casa, se sentía extrañamente cómodo a su lado, no había espacio para la tristeza o enojo cuando ese chico estaba cerca. Cuando Heeseung se preocupaba así por alguien tan irrelevante como lo era el, cuando parecía ajeno a los chismes o comentarios mal intencionados de la gente a su alrededor por estar cerca de alguien homosexual, Jay no podía evitar comenzar a sentir cosas que no debería sentir por alguien heterosexual.
—Jay, ¿estás bien? —. El nombrado salió de su ensoñación y asintió un par de veces.
—Si, lo siento —. Heeseung hizo un vago gesto con las manos, restándole importancia y tomo la pomada de las manos de Jay.
—Déjame ayudarte —. Cuando menos lo imaginó, la mano de Heeseung con un poco de pomada en ella ya se estaba acercando a una de sus clavículas, Jay logró moverse hacia un costado rápidamente.
Heeseung inclinó levemente la cabeza, pareciendo confundido por unos segundos antes de entender lo que ocurría. —Jay, ¿crees que no debería tener este tipo de acercamientos contigo porque eres gay? —. Viéndose descubierto, Jay asintió a duras penas y Heeseung suspiró. —Hago esto con mis compañeros de equipo, con mi hermano pequeño y con cualquier persona que lo necesite, el aceptar mi ayuda para algo tan insignificante como esto, no es malo Jay.
El contrario dejo que Heeseung volviera a acercarse, después de todo, el chico tenía razón, no debería preocuparse por esas banalidades mientras a Heeseung no le molestará.
Jay bajo un poco su uniforme, dejando una de sus clavículas a la vista y en cuestión de segundos sintió la fría pomada rozando su piel. —Adelante Hee, no me duele —. Avisó, notando la expresión asustada del contrario, Heeseung creía que lo estaba lastimando.
—¿Seguro? No quiero lastimarte
Jay —. El nombrado asintió, Heeseung continúo aplicando la pomada sobre la piel de Jay, ahora más tranquilo.Jay se relajo bajo el frío tacto, perdiéndose entre sus propios pensamientos, por el contrario, los ojos de Heeseung se perdieron en el rostro tranquilo de Jay. Se veía tan pacífico, sus rasgos suaves y su mandíbula afilada eran dignos de admirar.
—Eres lindo —. Cuando Heeseung cruzó su mirada con la de un confundido Jay, se dió cuenta de que había pensado en voz alta, avergonzado se distanció un poco del basquetbolista y le tendió la pomada devuelta.
—¡Lo siento, no lo decía por ti! Digo, no es que seas feo u algo así, eres atractivo —. Heeseung comenzó a mover sus manos de manera exagerada, soltando torpes excusas para justificar sus anteriores palabras, logrando solo empeorar las cosas.
Una suave risa logró detener su vómito verbal, observando a Jay reír, rojo como un tomate se limito a susurrar un “lo siento”. —Descuida Hee, agradezco el cumplido, supongo —. Jay habló aún dudoso, no había logrado entender del todo las palabras de Heeseung.
Después de eso ambos chicos se mantuvieron en completo silencio, sin saber qué hacer después de la incómoda situación, inmerso en sus pensamientos Heeseung se perdió de la intensa mirada de Jay sobre el.
Jay no entendía cómo era posible que Heeseung lo hubiera llamado lindo, él era tres mil veces más lindo, su sonrisa, sus grandes y brillantes ojos, su carisma, eso y más eran la combinación perfecta, Heeseung no tenía rivales simplemente era el estándar. Los chicos deberían comenzar a rezar para obtener al menos una cuarta parte de lo que Heeseung poseía.
Se sonrojó al darse cuenta de los pensamientos que estaba teniendo acerca de alguien que era “solo un amigo”.
—Creo que es mejor que me vaya —. Heeseung murmuró, logrando sacar a Jay de sus vergonzosos pensamientos.
—Si, te acompaño, hoy no tengo práctica —. Respondió Jay, comenzando a caminar hacia la salida sin darse cuenta del casillero abierto justo frente a el, inevitablemente su cara se estampó contra el acero y soltando bajas maldiciones tocó su labio que casi había sanado por completo, viendo la sangre en su dedo Jay supo que se había vuelto a lastimar.
¿Es que acaso no podría pasar un día sin lastimarse o sin que alguien lo lastimara? Si Jay alguna vez pensó que el universo le odiaba, ahora no tenía duda alguna.
Heeseung se acercó rápidamente para ver su labio nuevamente lastimado, sin detenerse a pensarlo mucho su dedo pulgar ya estaba acariciando el labio malherido de Jay, quien solo pudo quedarse estático, observando al contrario con una expresión de completa sorpresa en el rostro.
Justo en ese momento Jay no pudo evitar el imaginar un escenario completamente diferente a la realidad, uno en donde Heeseung le regalaba un pequeño beso como una forma de hacer que su herida mejorara. Se abofeteó mentalmente y dejo que Heeseung siguiera acariciándole el labio, parecía tan inmerso en eso, como si aún no se hubiera dado cuenta de lo que estaba haciendo, Jay no tuvo el coraje ni las ganas de alejarse de aquel suave tacto.
Para cuando Heeseung fue consciente de lo que estaba haciendo, ya no quería detenerse, descubrió que los labios de Jay eran muy suaves y no pudo ignorar la pregunta que pasó por su cabeza; ¿Se sentirían igual de suaves al besarlo?
Heeseung sabía que esa pregunta era la cosa menos heterosexual que podría haber pensado sobre un chico, pero se sorprendió a sí mismo al darse cuenta de que pensar eso acerca de Jay no le molestaba en absoluto.
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Let's Be Imperfect 𖤐 Heejay
Fiksi Penggemar𖥻 Let's be imperfect ፧ ❛ Heeseung podía hacerlo todo excepto una cosa, enamorarse de un chico. ❜ El capitán del equipo de básquet y el capitán del equipo de fútbol, dos chicos completamente diferentes que terminarán por encontrarse gracias al im...