Martín estaba solo en el monasterio mientras caminaba por los pasillos de este de forma perdida.
El ingeniero decide entrar a la habitación que tenía junto con Andrés; la habitación estaba algo desordenada, muchas botellas de vino a los lados y unos planos en lo que parecía ser el comedor, en general todo era un desastre.
Martín se acerca a la mesa para observar los planos; eran del atraco que con tanto empeño y cariño había estado armando durante tanto tiempo junto con Andrés, el ingeniero se queda viendo estos planos y su mirada aparte de pérdida se notaba cansada.
–Martín ¿Cuánto has dormido? Para empezar la habitación está hecha un desastre ¿Has visto lo desordenado que está?
El argentino en total silencio se da vuelta de una forma algo brusca, haciendo que un vaso que estaba al borde del comedor se cayera y rompiera en varios pedazos; el hombre mira esto y se queda en silencio, por su parte no hubo respuesta alguna y simplemente salió de la habitación lo más rápido que pudo.
–Ay Martín… Una mente tan brillante como la tuya no creo que pueda trabajar en el estado en el que estás..
Andrés había sido dejado en la habitación sin respuesta alguna, este simplemente suelta una pequeña carcajada mientras de forma tranquila va tras el argentino que para ese momento no tenía idea de dónde podía estar.
Era tarde, específicamente era la una de la mañana, hacía frío y el argentino había salido del monasterio para estar en la colina en el que este quedaba, justamente estaba cerca del acantilado que tenía al lado. Martín se sienta al borde de este mientras mira hacia abajo, obvio sintiendo algo de vértigo.
–¡Martín! A veces considero que eres alguien muy listo, pero otras un idiota, ¿no crees que estar ahí es peligroso? Te podrías caer
El recién nombrado sentía la necesidad de voltear nuevamente, pero aún así no lo hizo y en general no prestaba atención ni a la situación ni al contrario… El argentino siente un leve escalofrío debido al viento que soplaba y chocaba de forma delicada contra su piel.
Andrés ríe al ver como el contrario parecía un niño terco. Aunque hiciera frío el ingeniero no regresaba al monasterio ni utilizaba algún abrigo; simplemente estaba con su camisa formal gris con las mangas subidas hasta los codos. Andrés se acerca por atrás a Martín y de forma elegante y suave se sienta a su lado.
–Oye, ¿estás bien?
Comenta Andrés de forma suave y algo baja, por parte del argentino simplemente seguía sin haber respuesta alguna.
Andrés mira a Martín y empieza a sentir un vacío al ver sus ojos cansados y notarlo temblar levemente, Andrés en un intento de consuelo se acerca al ingeniero para envolverlo en sus brazos en un abrazo que él pensaría que sería cálido, fue hasta ese momento que escuchó un leve murmullo por parte del contrario.
–La re puta madre que frío..
Martín siente otro escalofrío pero este no provenía del aire, este simplemente suelta un suspiro pesado mientras sus ojos empiezan a ponerse vidriosos. Andrés nota lo mal que está el hombre y aunque quisiera, lamentablemente no podía hacer nada por el contrario en ese momento.
–Martín, mejor vete a la habitación a descansar
Dijo pasando su mano de forma delicada y consolante por la mejilla del contrario. El argentino de forma torpe y lenta se levanta de donde estaba para volver a caminar hacia el monasterio…
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En total silencio se sienta en el borde de la cama mientras se quita sus zapatillas, su reloj de mano ahora marcaban las 02:23 de la mañana. Suelta nuevamente un suspiro bastante cansado mientras se echa para atrás cayendo sobre la cama dejando que el cansancio lo consuma totalmente para poder dormir, dormir aunque sea un momento ya que si de por sí desde siempre su horario de sueño no era el mejor, ahora era muchísimo peor que antes..
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ᴀʟᴏɴᴇ? •ʙᴇʀʟᴇʀᴍᴏ•
FanfictionMartín no escucha a Andrés Andrés quiere hacer sentir bien a Martín Ambos están vacíos . . . . . . . . Historia de Martín y Andrés aunque el fandom esté más muerto que Berlín 😹🤚