♡ My Sweetie Pie ♡

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Los pechos de Harry dolían como el infierno, ambos pudieron notar como estos crecieron y se prepararon para poder alimentar de manera adecuada a su cachorrito, sin embargo, ahora los tenía duros, con el simple rose de la ropa le dolía, todo el día había tenido el malestar, realmente ya llevaba varios días así, sin embargo, ahora estaba insoportable. Ya era casi de noche cuando el omega comenzó una búsqueda por internet, le salieron varios "remedios", pero tampoco tenía ganas de buscar tantas cosas, luego encontró un comentario en una revista de madres primerizas en donde decía que un masaje con un poco de aceite ayudaría a que dejaran de estar tan duros.

Harry frunció el ceño, no tenía ningún aceite para el cuerpo, se quitó la camisa de su alfa que traía puesta, quedando solo en bragas, y tomo un poco de crema corporal y la esparció por la palma de sus manos, las llevo a sus pechos y comenzó a masajear con la crema, sintió como los tenía calientes y un lloriqueo salió de sus labios, paso sus dedos por sus pezones, justo como decía aquel comentario, apretó un poco estos y pudo sentir como algo escurrió de él, estaba tan concentrado en lo que estaba haciendo que no escucho ni olio a su alfa llegar

Louis lo veía desde el marco de la puerta, podía sentir aquel molesto dolor a través del lazo, se quitó rápidamente el saco y se safo la corbata, abriéndose de paso algunos botones de su camisa, se acerco con cuidado al omega y se hinco a su lado justo cuando un chorro de aquel liquido blanquecino salió disparado de uno de los pezones del rizado, este chorro pego justo en su mejilla y parte de sus labios, el alfa saco su lengua y la paso por sus belfos, recogiendo aquel delicioso líquido, tenía un sabor a vainilla o tal vez leche con azúcar, sus ojos se oscurecieron ante aquel sabor

-¿Necesitas ayuda, omega? - pregunto con la voz ronca

El rizado dio un pequeño brinco en su lugar -Joder Lou, me asustaste- puso un adorable puchero que el alfa no se tardo en besar, adentrando su lengua en la cálida boca del omega

-¿Me sigues dando mi masaje? Me duelen mucho, alfa

-Es porque estas produciendo la leche para mi cachorro, omega, tenemos que sacarla para que te dejen de doler- Louis había estado leyendo sobre esto, incluso había comprado un saca leche que tenía guardado en alguna parte de la cocina, aunque justo ahora no quería usarlo, tenía una mejor idea- ¿Quieres que te ayude a sacarla?

Luego de unos segundos el omega asintió- ¿Cómo lo harás? - pregunto curioso

-Solo relájate, amor- le dijo, llevo sus manos a los pechos del rizado y comenzó a masajearlos bajo la atenta mirada de Harry, inhalo profundamente y finalmente acerco su boca a uno de los pezones, primero lo delineo con su lengua, escucho un suspiro del omega y no pudo evitar sonreír, comenzó a succionar de manera fuerte, sin llegar a lastimar a Harry, succiono y con su mano apreto el pecho, hasta que salió aquel liquido que tanto le había gustado, trago todo y no paro hasta que sintió que Harry ya no tenia nada de ese lado, seguidamente se paso al otro pecho y repitió el proceso, cuando termino se pudo dar cuenta de que Harry tenía su cara sonrojada y aperlada con su sudor

El omega se había corrido dos veces mientras que el alfa vaciaba sus pechos, ambos se encontraban totalmente satisfechos, luego de que el alfa se desvistiera quedando solo en bóxer se acostaron en el nido y el rizado pudo sentir la erección de su alfa entre sus glúteos, sin embargo, no tenia la fuerza suficiente para ser follado

-Puedes liberarte con mis muslos- sugirió con una sonrisita traviesa y las mejillas sonrojadas

Se escucho una risita y el alfa simplemente se bajó el bóxer, y alineo su erección entre los muslos del omega- Aprieta las piernas, amor- le susurro con un deje de voz alfa, haciendo al rizado gemir bajito y acatar rápidamente sus ordenes