El domador de leones -COMPLETO-

Capítulo 24

El resto de las vacaciones de Navidad fue casi agonía para Harry.

Primero, y posiblemente lo más difícil de Harry fue cómo la Sra. Weasley le parecía más fría. Desde Navidad, cuando Harry había discutido con la matriarca de Weasley sobre su novia, la mujer ya no se preocupaba por él, o lo obligó a comer hasta que sintió como si pudiera estallar. Apenas le habló más, y cuando lo hizo, su tono era rígido e insensible.

La otra hembra de Weasley era tan poco acogedora como su madre. Harry había sabido durante años que Ginny Weasley estaba enamorada de él, y tal vez, en otro mundo, podría haberla imaginado. Cuando Ginny era ella misma, podía ser bastante divertida. Pero el corazón de Harry pertenecía a otro, y a medida que pasaban los días, la irritación de Harry creció y comenzó a preocuparse cada vez menos por la opinión de las mujeres Weasley.

"Simplemente no sé por qué la odian." Harry dijo, bloqueando un golpe de espada de Sirius en el sótano. "Ni siquiera la conocen. Ginny nunca ha hablado con ella, y van a la misma escuela por el bien de Merlín."

"No mantengas los pies juntos, Harry." Sirius aconsejó mientras levantaba su espada en un arco bajo. Harry balanceó su propia espada para bloquear el ataque de su padrino. Sirius había comenzado a enseñarle a Harry algunas técnicas de esgrima y duelo de espadas desde Navidad. La espada que le había dado a Harry fue entregada a Sirius por su bisabuelo cuando Sirius tenía catorce años. Sirius había estado muy interesado en la lucha con espadas, y su padre había proporcionado un tutor para entrenar a Sirius desde el momento en que tenía siete años. Fue, como dijo Sirius, lo único bueno que su padre había hecho por él.

"Harry, ambos te cuidan y quieren que seas feliz. Eventualmente aceptarán que no pueden cambiarlo, y vendrán. Ginny encontrará a alguien y crecerá, y superará su enamoramiento, e incluso podría convertirse en grandes amigos. En cuanto a Molly, bueno, ella tenía una foto en la cabeza, y tu Daphne no encaja en ella. Pero es madre y muy buena. Ella solo quiere que sus hijos sean felices, y eso te incluye a ti. Una vez que tenga la oportunidad de ver lo feliz que estás con Daphne, vendrá. No la escuchaste discutir con Ron y los gemelos al respecto la otra noche."

"Ron estaba discutiendo con ella al respecto?" Harry preguntó con incredulidad, casi haciendo que Sirius le cortara el brazo.

"Enfoque Harry!" Sirius dijo con una sonrisa. "Sí, parece pensar que su madre iba demasiado lejos, y ella necesitaba disculparse contigo por cómo ha actuado."

Harry dio unos pasos hacia atrás y Sirius bajó su espada.

"Las cosas han sido tan tensas entre Ron y yo este año." Harry sacudió la cabeza con tristeza.

"Nunca dejó de ser tu amigo, Harry. Su papel acaba de evolucionar. Estás creciendo y experimentando la vida. A veces las personas que pensamos que estarían con nosotros para siempre ... no lo están. Eso no significa que ya no les importe. Ambos necesitan entender, y no culparse a sí mismos ni a los demás. Lo que importa es que él está allí cuando lo necesitas, y tú para él."

Harry consideró las palabras de su padrino y asintió con la cabeza.

"Vamos, perezoso. Tenemos dos buenas horas antes de que los Weasley vuelvan con Arthur. Veamos si he logrado enseñarte algo."

Harry estaba contando los días hasta que regresaron a la escuela. No estaba seguro de si estaría viajando en el tren con el resto de sus amigos, o si se estaban haciendo otros arreglos. Había dejado en claro que deseaba regresar como lo haría cualquier otro estudiante, pero parecía que había algunas preocupaciones sobre la seguridad.

Al final, sin embargo, Harry consiguió su deseo y se levantó temprano el último día de vacaciones. Harry no se sorprendió por el caos que ocurría cada vez que Weasleys y viajar se mezclaban. Harry, después de haber empacado sus cosas temprano, simplemente se sentó en la cocina con Sirius comiendo tostadas y viendo cómo se desarrollaban las escenas, todo mientras hacía todo lo posible para mantener sus rostros impasibles.