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El día estaba lluvioso, mucha gente caminaba apresurada por las calles pues no querían mojarse mientras que el señor Park ingresaba en la clínica militar y se dirigía al área de acceso restringido bajo la mirada de los enfermeros, hasta que desapareció por la puerta que solo pocos podian accesar.

Una vez dentro se dirigió a la camilla en la que vio que el doctor estaba trabajando, vio como el paciente era inyectado y en cuestión de segundos la sala se lleno de quejidos mientras el paciente convulsionaba, hasta que la pantalla de signos vitales marco una advertencia y el paciente quedo inmóvil..

-intentamos obtener las mejores lecturas, pero esto es todo lo que logramos- mencionó con algo de miedo en su voz el médico
- Te conseguí a los mejores candidatos y sigues fracasando- gruñó Park - es un desperdicio tirarlos a la basura. ¿No podemos reciclarlos? - preguntó
-si detengo sus actividades cerebrales, puedo retrasar la necrosis. - al decir eso Park lo empujó hacia atrás un poco y se acercó más a la camilla
-arriesgaste tu vida por la promesa de un futuro mejor. Apuesto que aun no quieres morir. - suspiro Park hablándole al paciente - debes volver con una explosión. Tu recuerdo del dolor desaparecerá pronto, no te preocupes. - insinuó dandole unas palmaditas leves en el hombro

Dio unos pasos hacia atrás y le hizo una seña al médico para que hiciera lo suyo, observando como este le colocaba los electrodos en la alineación necesaria y al momento de iniciar el paciente volvía a las convulsiones pero más violentas y esta vez sangrando por la nariz y boca.

Cierto pelinegro se encontraba en su casa sentado en el suelo recargado en la pared, aun se sentía mal ahora eran sus brazos los sentía picar y arder no había subido las mangas de su sudadera pues tenía miedo de ver su piel en un mal estado pero y...

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Cierto pelinegro se encontraba en su casa sentado en el suelo recargado en la pared, aun se sentía mal ahora eran sus brazos los sentía picar y arder no había subido las mangas de su sudadera pues tenía miedo de ver su piel en un mal estado pero ya no soportaba más así que decidió quitársela sorprendiendose por lo que veía.

Cierto pelinegro se encontraba en su casa sentado en el suelo recargado en la pared, aun se sentía mal ahora eran sus brazos los sentía picar y arder no había subido las mangas de su sudadera pues tenía miedo de ver su piel en un mal estado pero y...

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- Pero ¿qué? ¿Qué está pasándome ? - observó sus brazos girando ambos examinando y seguía sin creer lo que tenia frente a sus ojos.
Era como si por sus venas tuvieran electricidad se veian como rayos cuando hay tormenta.

-ahh esos hijos de puta ¿QUÉ MIERDA HICIERON CONMIGO? - grito pegándole al piso y un destello iluminó el lugar al parecer el lo había provocado sin saber como.

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