Decepciones y tragedias... ¿Quién no las ha experimentado en la vida?
Emily, una joven que enfrenta la vida con una sonrisa, a pesar de que las decepciones y tragedias la siguen a donde quiera que vaya.
La pérdida de su madre y el odio de su padre s...
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Emily
Me levanté media hora después, tenía mucho cansancio y dolor de cabeza, aún no se me había ido pero ya estaba más aguantable.
Helen había llamado a varias personas para que me arreglen lo más rápido posible porque de ahí debía de explicarme como debía comportarme, como debía actuar, hablar y hasta incluso caminar con buena postura. Así que me senté en una silla en el baño mientras me lavaban la cabeza sin tener que bañarme el cuerpo entero, jamás me habían hecho esto pero se sentía relajante y cómodo, no debia mover ni un solo dedo y para ser un hotel tenía muchas cosas en una sola habitación.
Terminaron veinte minutos después y mientras me secaban el cabello con una secadora me arreglaban las uñas, se sentía muy relajante excepto por el dolor en el cuello qué tenía por estar mirando hacia arriba mucho tiempo, pero estaba contenta porque en un solo día había experimentado varias cosas que jamás había pensado que lo iba hacer tan pronto.
Mi cabello quedó reluciente y mis ondas más elaboradas, ahora solo era cuestión que llegara el vestido y los zapatos, mientras tanto me maquillaron un poquito y yo misma me puse mi labial y mi perfume, ahora si tenía muchas razones para poder usarlo más a menudo.
El vestido estaba tardando en llegar, yo estaba sentada, y Helen también pero lo único diferente era que ya ella estaba lista y yo no. Ella me estaba explicando como era Madison y como debía comportarme y para decir verdad no fue tan difícil ya que aprendo rápido.
Lo que sí fue difícil fue cuando me puse los tacones, eran de un color rojo vino claro al igual que el vestido, había llegado todo junto pero primero me puse el vestido, era pegado a mi cuerpo hasta la cintura pero desde la cintura hasta un poco antes de la rodilla no era pegado, tenía una textura floreada en la parte de arriba pero no se notaba mucho y también terminaba hasta la cintura y no tenía manga, era algo muy beneficioso ya que en esta temporada es de mucha calor.
Fue fácil de poner porque al contrario al vestido de Helen no tuve que hacer fuerza al ponérmelo y me quedaba perfecto, me puse una de las cadenas qué me había regalado Helen esta tarde, quedé super bonita esta noche, lo que si no fue fácil fueron los tacones, me estuve tambaleando por media hora y apenas aprendí a estar parada, caminaba lento y no me podían empujar porque sino me podía caer así que tenia que estar alejada de la multitud hasta que me acostumbre a caminar bien con lo tacones y eso no iba hacer esta noche, debía de ser precavida esta noche.
Aprendí rápido las pequeñas lecciones qué me dio Helen después que ya estaba lista al igual que ella. Estuvimos esperando casi cinco minutos en la recepción hasta que llegara el carro, o mejor dicho "limusina", no debería de estar sorprendida porque seguro ya estaban acostumbrados a este tipo de vehículos pero en mi caso esta es la primera vez que lo he visto tan de cerca y para mi sorpresa me voy a subir en el.
Adentro era muy lujoso y olía muy bien, Helen se sirvió una copa de champán y, para sorpresa y alegría mía me ofreció una, qué terminé y serví nuevamente sin que se diera cuenta. Si quería dejar mis nervios por otro lado, me hacían falta muchas copas de esas.
