¿Como es que Hayley tenía guardado el número telefónico de Jungkook? Bueno, su madre la había obligado a tenerlo por si ocurría alguna emergencia, claro estaba que Hayley jamás llamaría a Jungkook cuando necesitará algo. Él Sin duda alguna era su última opción. Pero principalmente lo tenia para no discutir con su madre.
Esa noche, luego de un muy lindo día con su padre. Su sueño había sido interrumpido por el tono de llamada de su móvil. Hayley vio el reloj mientras su teléfono sonaba, era tarde como para que alguien llamara.
Al ver el nombre de la llama, enseguida entendió todo. Un miedo se le formó en el estómago, no quería saber nada de Jungkook, ni siquiera quería escuchar su voz, así que dudo en responder, pero luego de unos segundos al final lo hizo.
—¿Jeon?... —respondió, pero no obtuvo respuesta. Su respiración era lo único que se escuchaba— ¿que quieres Jeon?
Volvió a insistir, pero una vez más sólo obtuvo silencio como respuesta. Hayley decidió cortar la llamada en ese momento, pero, como por arte de magia, Jungkook habló.
—Hayley... yo... —la joven notó su tono de voz. Estaba ebrio, eso era evidente. Probablemente se encontraba en una de esas fiestas a las que solía ir con sus amigos donde el descontrol se plantaba.
Hayley mantuvo el móvil en su oído esperando que Jungkook hablase, pero no lo hizo. Fue entonces que en ese momento, el sonido de un golpe en su puerta la interrumpió.
Sin más, la joven dejó su móvil en su mesita de noche, y fue a ver que es lo que su padre quería a esa hora de la noche, pero vaya sorpresa cuando la abrió y no vio a su padre, sino a cierto joven de cabellera ceniza.—¿Yoongi?... ¿cómo entraste?... ¿que haces aquí?... —preguntó la joven completamente sorprendida.
Frente a ella efectivamente se encontraba Yoongi, vestido con unos jeans negros, una polera negra y una chaqueta de cuero de este mismo color. Con esa ropa parecía camuflajearse con la noche.
—salté la barda —respondió sin pena— sé que no está bien, y que es tarde, pero quiero enseñarte algo... ¿puedes venir conmigo?
La joven lo pensó por unos segundos. En definitiva no estaba bien lo que Yoongi había hecho. Entrar a la casa de alguien sin su permiso era algo ilegal, pero Yoongi era así, no le gustaba seguir reglas, ni que le dijeran que hacer, si él quería algo, nada le impedía hacerlo. Y esa noche estaba ahí, buscándola a ella, frente a su habitación, ignorando el hecho de que Henry podría descubrirlo y llamar a la policía. Se estaba arriesgando solo por ella.
—dame unos segundos —le señaló Hayley. Iba a ponerse una chaqueta ya que hacía frío, pero antes, debía cortar la llamada de Jungkook, si es que él aún no lo hacía.
La joven de cabellera rosada, volvió a tomar su teléfono y notó como la llamada con su futuro hermanastro aún permanecía ahí.
Se colocó el teléfono en el oído y solo escuchó la respiración de Jungkook, en todo ese rato, parecía que se había mantenido en silencio.—vete a dormir Jungkook... —le dijo Hayley, y sin esperar respuesta colgó la llamada con él.
No pensó mucho más en eso, y se fue a su armario para buscar una sudadera. La joven llevaba unos pantalones de franela como pijama, y decidió dejárselos para no hacer más esperar a Yoongi o su padre podría verlos.
Estando lista, salió de la habitación, viendo a Yoongi ahí, esperándola.
La joven no tenia idea de adónde quería llevarla, pero no quiso preguntar. Era una situación extraña, pero confiaba en él, ciegamente confiaba en él....
Ese lugar misterioso, al cual Yoongi había llevado a Hayley, había resultado ser la casa de sus abuelos. Cuando la joven llegó, no tenía idea de qué hacía ahí, ni qué era lo que Yoongi quería mostrarle. Es decir, eran al rededor de las 2 de la mañana, ¿cuál era la razón de estar ahí a las 2 de mañana y no esperar a que amaneciera?.
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Mi Bully
Fanfiction-te amo -soltó Jungkook de repente. Hayley completamente sorprendida lo miró. -¿eh? -te amo... -repitió- te amo... te amo hayley... te.. -basta... -lo interrumpió ella- por favor basta... solo ya no digas más... -ya no lo voy a ocultar Hayley, t...