-La latina- Capítulo 3.
- Bueno, entonces, vamos a ponerlos el mandil y a empezar a hacer las órdenes de los clientes -Dices poniéndote tu mandil y tomas tu libreta-
Narra la escritora:
Estuviste trabajando durante dos horas seguidas sin parar, tomando órdenes de los clientes y preparando lo que pedían. Siempre, todos los días, te daban una hora de descanso para comer y no te cobraban; así que ahí mismo, en la cafetería, estabas comiendo con tu jefe, en su oficina, no malpiensen, te llevabas muy bien con él y no se iba a fijar en una niña de quince años.
- No entiendo _____, tienes quince años -Dice tu jefe y le da un sorbo a su té-
- ¿Qué? -Haces una mueca-
- Eres una adolescente que debería disfrutar de su vida sin tener que trabajar, tú estás para salir a fiestas, salir con tus amigos y no estar trabajando -Dice él-
- ¿Ya no quiere que trabaje aquí? -Pones una cara triste-
- Oh no, eres de mis mejores empleadas, a pesar de tu edad. Trabajas mejor que las de 21 o de mayores edades -Te sonríe- pero, perdón que me meta, ¿por qué trabajas?
Rayos, tenías que mentir en algo para no decir la verdad sobre tu madre y tu hermano, no querías echarlos en cara, ya que los querías y no importaba lo demás, pero por otra parte sí querías decir que estabas lastimada y en pocas palabras, te explotaban.
- Es que, mi padre murió cuando yo tenía doce años y pues, mi madre no puede con todo, así que por mi propia cuenta me metí a trabajar para ayudarle, también mi hermano le ayuda en todo lo que puede -Le sonríes, tratando de fingir que era cierto, pero era una mentira-
- Oh, ya veo, lo siento mucho _____, no quería hacerte sentir mal -Dice tu jefe apenado-
- Oh no, claro que no me hizo sentir mal, no se preocupe, usted no sabía -Le sonríes-
- Bueno, está bien -Te sonríe- todavía te quedan quince minutos, pero te daré quince más para que sigamos platicando
- No, perdón, pero no quiero abusar -Dices levantándote y tu jefe te toma de la mano-
- Siéntate, anda, no va a pasar nada, además necesitas descansar -Te mira-
- Uhm, bueno, una vez no pasa nada, ¿verdad? -Dices sentándote y los dos ríen levemente-
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Narras tú:
Saliendo del trabajo, eran como las 8:00 pm, era tardísimo, pero no importa, ya estoy acostumbrada. Salí después de ponerme mi abrigo y caminé un poco hasta el supermercado, no caminé mucho hasta allá porque estaba muy cercas de la cafetería donde trabajo; entré para hacer las compras y lo que hace falta en casa, hoy era mi día de paga, así que tenía dinero.
- Uhm, tengo que hacer todas las compras -Dices con cansancio-
Estuve cerca de media hora en el supermercado, fui a la caja a pagar y me sobró algo de dinero para irme en taxi, ya que si me iba en un autobús, no iba a poder cargar con todas las bolsas.
Lo tomé y subí las cosas, le di mi dirección y me llevó a casa en pocos minutos, uff, qué bien, algo bueno de esto es que llego más temprano a casa y no tengo que cargar todo. Al llegar, le pagué y bajé con las bolsas y le di las gracias, para después entrar.
- Hola mamá -Le sonríes tímida-
- A ver, grandísima idiota, ¿por qué corriste a los amigos de Daniel? -Pregunta enojada, estaba sentada y tenía un cinturón en las manos; esto no iba a ser bueno-
- Es que, mira, te diré -Dices dejando las bolsas en la barra y luego vas a sentarte enfrente de ella- yo acababa de llegar de la escuela y escuchaba una música a alto volumen, luego estaban tomando Daniel y sus amigos; y eso se me hace una falta de respeto hacia ti, hacia mí y hacia nuestra casa mamá -Le dices nerviosa al ver ese cinturón de cuero-
- Pero déjalo, él sabe lo que hace y no tienes porqué meterte en sus asuntos, ¿escuchaste?
- Mamá, él no hace nada más que tomar, fumar, traer chicas a esta casa y tener cosas con ellas, no te ayuda en nada y eso se me hace injusto
- Pues así es, ¿escuchaste? así es y te tienes que aguantar _____, y escúchame bien, donde vuelva a enterarme de que le diste otra bofetada, te las regreso yo, ¿okay? -Dice y luego te pega con el cinturón en la cara-
- Está bien mamá -Te tocas la mejilla, estaba roja y el cinturón marcado. Sólo derramaste algunas lágrimas-
- Muy bien, ¿trajiste mis cervezas? -Pregunta viendo las bolsas que habías traído- ah mira, sí trajiste... y dos, muy bien hija, ya puedes irte a tu habitación -Dice mirándote con una sonrisa, vieja bipolar-
Narra la escritora:
Fuiste a tu habitación llorando, tu madre cada vez era más violenta contigo, eso ya empezaba a molestarte o más bien a pensar que estando con ella, no era bueno. Ella no hacía nada por ti, mucho menos tu hermano, pero tú sí tenías que darle todo a ellos, qué injusto.
- ''Oh, when the lights go down in the city, you'll be right there shinig bright, you're the stars the sky the limit, and I'll be right by your side, oh, you know, you're not invisible to me, oh you're not... you're not gonna be... Invisible -Escuchabas tu canción favorita, mientras derramabas lágrimas, mientras veías que no había nadie para apoyarte en ese momento-
Nada tenía sentido para ti, a excepción de tus chicos y tu mejor amiga, ellos eran los que en realidad estaban contigo cuando nadie más lo estaba. Te sentías mal, sentías que no valías nada, así que hiciste lo que siempre hacías al sentirte mal... cortarte.
- Como yo no valgo nada, prefiero lastimarme -Dices cortando tu muñeca y llorando, ver que salían demasiadas gotas de sangre-
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-La Latina- James Maslow y Tu ♥
Teen FictionEs nueva pero denle credito a la pagina de facebook: Novelas de BIG TIME RUSH Y TU