Tsuki no Tenshi

"Tsuki no Tenshi"
Arco 1: Böken no Himaraji

Capítulo 4: La extraña bruja Sagara. El emperador bestia Uricane. ¿Acaso es una maldición irrompible? El ataque hacia Kioto.

Yisuke y Danns van camino al pueblo. Con la cabeza baja, Danns se preocupa por su maldición y piensa:

- No tenía idea de que esa marca era tan grave. La tengo desde hace mucho tiempo y nunca supe el significado de esta simbología.

Yisuke se percata de que Danns está preocupado e intuye que era por la marca. Él no se atrevió a decirle nada ya que ni él mismo sabía de aquella maldición. Los problemas empeoraban, las dudas aumentaban y las cosas no parecían mejorar. A poco más de veinte kilómetros estaba la mayor de las preocupaciones de Yisuke: el emperador bestia, quien tenía el título de conquistador del caos dado por el gobierno. Él se hacía llamar Uricane. Él había empezado a mover su ejército. La provincia sería atacada pronto y Kioto incluida. Uricane era una bestia de dos metros y medio de alto. En la cabeza tenía un cráneo de animal. Su vestimenta parecía provenir de las antiguas tribus de hombres de las cuales se habla en los libros de historia y su arma era lo más imponente: una alabarda larga de color dorado y tenía unas anillas en la base de la hoja. Uricane pronunció las siguientes palabras delante de sus subordinados:

- Chicos, hoy es un gran día para nosotros. La provincia de Shao Jung cayó ante nosotros.
"gritos de los subordinados"
- Pero sabéis que no debemos conformarnos con eso. Tenemos que seguir expandiendo nuestro territorio y engrandecer mi nombre.
"gritos de los subordinados"
- Nuestro siguiente objetivo será Kioto. Debemos hacernos con esas hermosas tierras con sakuras.
- Deberíamos mandar un aviso, una pequeña muestra de nuestro poder.

Exclamó Siriu, uno de los generales de Uricane, apodado el terror sombrío. Siriu es un desertor de gobierno que lleva bajo la protección de Uricane diez años. Tenía un traje de viajero con un símbolo de águila en el brazo derecho. Sus armas eran las espadas gemelas. Entonces Uricane dijo:

- Siriu, manda mil de nuestras bestias guerreras ahora mismo para demostrar que vamos en serio y que den el siguiente mensaje: esto es tan solo un aviso, el verdadero ataque será en un mes.
- Está bien jefe, sus órdenes serán cumplidas.
- Genshi, prepara tu escuadrón. Debemos ir con "él" para discutir sobre la situación de una provincia.
- Cómo desee usted, mi señor.

Danns y Yisuke por fin habían llegado al pueblo. Debían dirigirse a la casa de la bruja que conocía Yisuke. Mientras se dirigen a la casa de la bruja, ellos presencian a los soldados del reino, cuyo reino era dueño de la provincia Õkami, que es donde está Kioto. La armadura militar era increíble, pensó Danns. La armadura era de color negro con una capa del mismo color. Su cara también estaba cubierta por un casco del cual solo dejaba ver los ojos de la persona. En el peto de las armaduras había dibujado un lobo, que era el símbolo y orgullo de la provincia. Ellos un poco apurados decían:

- Preparad posiciones defensivas.

Entonces Yisuke dijo:

- Chico, debemos apurarnos e ir a donde debemos. Este lugar será atacado por él.
- ¿Quién es él?
- Uricane, emperador de las bestias. Es un conquistador del caos.
- ¿Conquistador del caos?
- Sí, ellos son seres sin escrúpulos que atacan a los más débiles para engrandecer su territorio. Debemos volver lo más pronto posible. No tenemos chances de ganar.
- No puedo prometerle eso, maestro. ¿Cómo prevalecerá la justicia si los que dicen ser justos no hacen ni el más mínimo esfuerzo para salvar a los débiles? Tengo... no, debo ayudarlos.

Yisuke se sorprendió por sus palabras y le recordó a Yitaro. Él pensó en voz alta:

- Ya me di cuenta de por qué te llamaba tanto la atención este muchacho, Yitaro.
- ¿Dijo algo, maestro?
- No, no es nada. Continuemos.

Unos minutos más tarde llegan a la casa de la bruja. Era rara. En las paredes había muchos talismanes y raros símbolos dibujados. Yitaro dice con un tono de voz alto sin ser un grito:

- Sagara, sé que estás ahí, no te escondas.
- Jajajaja, tú y tus ocurrencias, jovencito. Claro que estoy aquí, ¿a dónde más estaría?
- Deja tus demencias seniles para otro día, me hace falta un favor tuyo.
- ¿Sí?, ¿qué te puedo ofrecer una viejita como yo?
- Necesito que le eches un ojo al muchacho, está maldito y ni conocimiento no llega para saber qué es.
- Déjame verlo más de cerca. ¿Dónde tiene la marca de maldición?
- Muchacho, quítate el traje, enséñale la marca a Sagara.

Al ver la marca, Sagara puso una cara extraña. Tampoco tenía la más mínima idea de qué era eso:

- Chico, ni mis sesenta años de experiencia me ayudan a saber cómo puedo liberarte de esa maldición.
- ¿Y qué puedo hacer entonces?
- Por el momento solo puedo ayudarte dándote este talismán. Es el talismán del Dios del mar. Ayuda a que tu energía fluya libremente por todo tu cuerpo. Pero ahora que hablamos, me acuerdo de un viejo alumno que tuve en Sansara. Se llama Henricks. Él es uno de los mejores desaciendo maldiciones que conozco.
- Está bien, pronto tendré que ir a Sansara.

Empezó todo con los gritos de los soldados, la batalla contra los subordinados de Uricane. Danns y Yisuke se despiden de Sagara y salen de la casa para ayudar:

- Hay varias bestias atacando a los civiles. Parece que su número es mayor al de los soldados y estos pasaron.

Yisuke Dijo:

- Son cinco, tres para mí y dos para ti.

Con un sublime manejo de la espada, eliminó a dos en un momento, mientras que Danns con lo que sabía desvió un ataque y atravesó a uno con su espada. Al otro lo cortó de arriba hacia abajo con un ágil movimiento. Ya Yisuke había acabado al igual que Danns, pero había muchos más. Ya habiendo eliminado a casi todos los que estaban atacando civiles, aparece Siriu. Danns pensó que era uno más y atacó sin dudar ni un segundo, pero Siriu le bloquea y le apuñala con una daga:

- No eres más que un niño. ¿Qué se te pasó por la cabeza en el momento en el que me atacaste?
- ¿...?
- Esa cara tuya es fruto de la desesperación. ¿Acaso vas a morir aquí?
- No pienso morir ante ti aquí. El mal no prevalecerá.

Danns retrocede y lanza un ataque más. Tomó a Siriu por sorpresa y le logra hacer un corte profundo en el brazo izquierdo. Él le dijo a Danns:

- No lo haces mal, muchacho. Espero combatir contigo de nuevo.

Siriu retrocede y salta hacia un tejado en busca de altura. Grita las siguientes palabras:

- Esto es solo un aviso de lo que pasará. En un mes, el ejército del emperador bestia atacará. No importa lo que hagan, ya todos están muertos.

Se marchó junto a las bestias restantes.

- Esto no puede ser peor. Tenemos que ir al asentamiento, muchacho.

Exclamó Yisuke. Danns cayó desmayado. Yisuke corrió hacia él. Había perdido mucha sangre. La puñalada que le dio Siriu tenía a Danns al borde de la muerte.

¿Qué será de Danns?
- Si les gusta mi historia, me ayudaría mucho que dejaran su voto y me siguieran para que no se pierdan de ningún capítulo.