Acuarelas - Secuela de "Pinceles"

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Mi mamá esta comenzando a sonar como una olla exprés.

Y a mi me dan miedo las ollas exprés.

- ¡Ni al caso, Francisco! - reclamó. - _________, es demasiado tonta y la van a dejar preñada y llorando solita, - declaró a lo que yo tope los ojos, que lindo concepto tiene mi madre sobre mi. - y yo no planeo hacerme cargo de ella y su metida de pata.

Metida de pata suena feo.

Mejor hubiera dicho bendición.

En todo caso yo no quiero ser bendecida de esa forma, mejor que salgan terrenos baratos para tener mi propio lugar a donde irme o para rentar y hacer un buen dinero.

A como dice la abuela, "Es mejor criar cerdos que tener hijos"

Bueno, mi abuela tuvo como seis hijos, no cumplió con su dicho pero, ajá, la señora también es dueña de una carnicería por lo que supongo que hizo ambas cosas.

Se me acaba de antojar un cerdo asado de los que hace papá.

- Creo que _______, sabe de condones. - me defendió mi papá y yo me puse super roja, si supiera que en el campamento me los regalaban. -

Mi mamá fijo la vista en mi.

Ay, no, esto se va a poner turbulento.

- Los condones se rompen, - me informó señalandome con su dedo. - las pastillas fallan y estas pendeja. - aseguró tan de la nada, pensé que mi inteligencia no seria parte de esta discusión. -

- Que mama pinga te pones, Regina. - intervino él. -

- Estamos haciendo tanto drama por que voy a ir a atorarme de tacos. - reclamé, es increíble todo esto. -

Mi mamá arrugo el ceño y mi papá solo se encogió de hombros, obviamente él no quiso que esto se pusiera peor, mas bien queria que yo saliera sin preocuparme tanto de las reacciones nucleares de mi amadisima madre.

Ama la llaman de Ucrania para saber si puede ser voluntaria en contra de la invasión rusa.

De paso tiene unas llamadas extras de Kim Jong Un.

- No sales - me sentenció sin soltarme la vista. - y yo no soy mama pinga, Francisco. - indicó y enfoco su vista en  él que estaba conteniendo la risa por lo que escuchaba. -

Yo estaba peinada y arreglada, con lo que me cuesta poner mi cabellera en orden sin que nadie me diga "¿Por que no te peinas?" yo no iba a quedarme aquí oyendo lo pendeja que soy y como voy a terminar siendo madre soltera.

Podia ser que mi ropa no era la gran cosa pero, lo estaba intentando al menos, me puse algo que no me pondría normalmente.

Me puse un palazzo negro que le robe a mi mamá hace un tiempo, capaz y por eso esta tan molesta también.

Lo siento, seño, si no lo iba a usar mejor que se quede conmigo a que se vaya al tianguis.

Lo combine con un top del mismo color, estilo corsé que tenia tirantes elásticos con unas pequeñas piedras plateadas que nunca me puse antes por que no sabia en que condenada ocasión podía usarlo.

Y los zapatos.

No quisiera indagar mucho en eso debido a que doña nunca salgo de fiesta y no sé andar en tacones obviamente solo tiene zapatos de tenis, Vans, un viejo par de Converse que están a punto de desfallecer si se me ocurre correr en ellos, las infallables chanclas de tiburón que compre en Shein a escondidas de mis padres, unas plataformas playeras que aparecieron mágicamente en mi habitación y otro par de Vans negros pero, con una suela grande que si a una rata le cae encima se le salen las tripas por la boca.