Una vez más, Lisa despertaba en la frialdad e incomodidad de su cama. Sabía la rutina al pie de la letra: desayuno, ejercicio, baño, posible plática con Jennie a través de cartas y un libro con el que entretenerse. Sin muchas ganas de nada, se dirigió a la compuerta en busca de la bandeja y la nota.
"Lisa, hoy te daremos la maravillosa oportunidad de salir un poco de la rutina. ¿Qué te parecen las orquídeas? No tienes que responder".
Lisa frunció el ceño ante la nota, preguntándose qué significaba. ¿Orquídeas? ¿Una planta para cuidar? No sabía si alegrarse por el cambio o temer alguna nueva estratagema de quienes las observaban.
Después de desayunar, siguiendo su rutina de manera casi automática, Lisa se preparó para el ejercicio. Mientras corría y se estiraba, no podía dejar de pensar en la nota. La incertidumbre de su significado la mantenía alerta, y por primera vez en mucho tiempo, se sintió ligeramente emocionada por lo que podría venir.
Se propuso terminar con la primera parte de su rutina antes de que llegara la supuesta sorpresa. El ayudante la llevó de vuelta a su habitación, donde ordenó algunas de sus cosas y se dispuso a continuar. Una nueva carta llegó, junto a una maceta con orquídeas de color rosa.
"Esto es para ti. Las rosas cortadas no duran mucho, pero estas sí. Asegúrate de regarlas y sacarlas contigo al patio para que les dé el sol. Eres tan especial como ellas y como Jennie. Si ves hacia la compuerta pequeña, podrás ver que está abierta, lo estará todo el día hasta la hora de dormir después de la cena".
Todo el día. Podría realmente conectar con Jennie todo el día. ¿De qué hablaría con ella exactamente? Se acercó a la compuerta con su libreta y su lápiz. Empezaría por lo básico realmente. Escribió a Jennie.
"Hola, Jennie. Me han regalado unas orquídeas, están lindas, aunque no entienda nada. ¿Cómo te la estás pasando?"
Colocó la hoja en su lugar y le dio al botón. No había mucho que ella pudiese hacer en lo que la otra chica respondía. A los minutos, la compuerta se abrió con la respuesta.
"Qué tal, Lisa? A mí también me dieron unas flores, además de otra planta el otro día. Estoy bien, solo es difícil convivir con lo poco que hay en mi cabeza".
Lisa mordió su labio inferior. Era un sentimiento que la embargaba también.
Contestó. "Te entiendo. Solo puedo pensar en lo que he leído y lo que he convivido contigo".
Mientras esperaba la respuesta de Jennie, Lisa se sentó en su cama, mirando las orquídeas. Había algo en ellas que le daba paz, a pesar de la situación. Pensó en cómo ambas estaban aprendiendo a cuidar de algo más allá de sí mismas, algo que tal vez reflejaba la esperanza de encontrar algún propósito o verdad en su confinamiento.
La compuerta se abrió nuevamente con la respuesta de Jennie.
"Es bueno saber que no estoy sola en esto. Me gustaría con muchas ansias saber qué cosas me gustan, qué pasado tengo y esas cosas".
En ese momento, a Lisa se le ocurrió una magnífica idea, maravillosa. Empezó a escribir rápidamente.
"Tengo una gran idea, Jennie. Ya que no sabemos nada y no podemos recordar, ¿qué te parece si nos inventamos todo? Nuestros gustos y todo".
A los minutos, Jennie contestó: "¿Inventar nuestros gustos? Dime más".
Del otro lado de la habitación, Jennie estaba realmente intrigada.
"Claro, puedo empezar yo si gustas. Podemos hacerlo poco a poco, cada una dice lo suyo y lo anotamos".
La envió y esperó la respuesta.
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I Wish You Flowers - Jenlisa (En Pausa)
FanfictionEl amor es como las flores. Tan frágiles como la verdad que sale de su boca. Tan hermosas como sus miradas juntándose. Tan coloridas como su mundo. Tan dolorosas como las espinas que las adornan. Pero como todo, las flores tienen su fin. Las flores...