Veinte: La Realidad.

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T/N
Nobara habia hecho un gran esfuerzo para la despedida de Octavio, todos los soldados que lo acompañaban eran prueba suficiente de la grandiosa persona que él habia sido y en el fondo me alegraba saber que tuvo personas buenas a su alrededor, ver las trompetas, los soldados llevando el ataúd de mi hermano era algo que me hacía morir. Yo no pude ser parte de los preparativos de la despedida, por eso se lo encargué a ella; y sin duda, hizo un excelente trabajo en cada detalle, las flores favoritas de Octavio, una despedida pequeña y significativa.

—Ella hubiera sido una gran esposa.

Pese a todo, una cosa seguía sin entender... ¿por qué aquí? ¿Por qué en Corea y no en Canadá? Mire mi mano izquierda que estaba vendada y recordé lo que paso al querer comunicarme con mis padres, eso hizo que Heeseung se preocupara más y su estancia en casa fuera más frecuente, los chicos estaban aquí —hicieron un espacio en su agenda—, Tyler y Emely también estaban a mi lado, Ruby y Jae me han querido convencer de tomarme un tiempo fuera del trabajo —ellos también estaban conmigo—.

Hace un día.
El celular sonó una... dos... tres... cuando estaba a punto de cortar los números aparecieron indicándome que la llamada habia sido atendida.

—Hi... Aunt Med? Are you there?

T/N, dear, I'm sorry we're celebrating.

—Ce-Celebrating?

—Yes —pude escuchar la voz de mis padres al fondo—. It's a shame you're not here to celebrate.

—I'm sorry, Aunt Med, but I don't understand. Where are my parents? I'm trying to talk to them.

—We are celebrating your mother's baby shower —mis palabras fueron cortadas, mamá tendría otro bebé y ahora estaban celebrando—. Darling, are you still there?

—I'm sorry to call at this time, tell my parents that I hope and make a better effort now... —pude escuchar a mi tía dar un suspiro, eso fue la gota que derramo el vaso— Also tell them that Octavio is dead and not to worry about calling back.

Corte la llamada sin permitirme escuchar su respuesta. Un bebé, mamá tendría un bebé y estaba celebrándolo cuando nunca lo hizo con nosotros, ¿qué mal hicimos para que ellos no nos amaran de las misma manera que a ese nuevo bebé? Mi teléfono sonó y era mamá, luego papá y nuevamente la tía Med regresándome la llamada. ¿Les abre arruinado la fiesta? Esperaba que si...

Mire un jarrón de vidrio que compre hace un tiempo, estaba por tirarlo a la pared... en su lugar lo estampe contra la pared aun sujeto en mi mano. Los pedazos de vidrio empezaron a caer uno a uno al igual que la sangra empezaba a escabullirse de la palma de mi mano, Emely fue la primera en entrar seguida de Ruby; su mirada clavo en los vidrios y al ver la sangre se alarmaron.

—¡¿Qué paso?! —Ruby sujeto mi mano.

—Iré por un botiquín.

—Habia un animal y quise matarlo.

—¿Con un jarrón de vidrio?

—Ruby... —le quite la mano— No quiero ser grosera, pero... sal de aquí. Y dile a Emely que no se preocupe, yo limpiare luego; es más, dile a todos que se vayan, no los quiero aquí.

Saqué a Ruby del cuarto a regañadientes y le puse seguro, ¿qué estupidez fue esa?
••••••••

¿Era la única que podía verlo? Octavio estaba justo ahí, frente a mí con esa sonrisa cálida que lo caracterizaba y que era muy típico de él, "vamos a casa y digamos que esto fue una pesadilla, por favor vamos a casa." Quería decirle eso, su sonrisa calentaba mi corazón y me animaba a más, si daba un paso podría abrazarlo, sí, solo un paso más.
Regrese la mirada al agujero frente de mi, ese que mantenía el ataúd adentro esperando por la primera pala de tierra.

That Feeling WhenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora