Capítulo 2

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Emily

Siempre es lo mismo, las mismas personas, los mismos sentimientos y el mismo lugar.

Estoy cansada en todos los sentidos, me siento débil físicamente, me siento incomprendida e incluso aislada.

Lo sé, mi forma de ser es un poco distinta.

Me gusta lo diferente, le encuentro sentido a algo que aparentemente no se entiende, veo la otra cara de las personas, percibo cada detalle de manera distinta y no por esas razones deben de tratarme como alguien anormal.

Sé que mi personalidad me ha alejado de las personas, pero no le doy importancia.

Prefiero estar sola antes de estar rodeada de tantas personas hipócritas.

Me basta conmigo misma, además de que soy pésima relacionandome con los demás.

Mi cuerpo tiembla por el frío que se siente por la noche, mi boca suelta el aire contenido y escucho un carraspeo detrás de mí.

—Disculpa, creo que no te encuentras sola, chica perdida.

Mis ojos lo examinan. No es alguien del otro mundo, aparentemente es alguien común y corriente.

—Lo siento, no sabía que un chico raro sería mi compañía.

Él me da una media sonrisa.

—Es verdad, yo tampoco esperaba que una chica se perdiera en mi camino.

Creo que iba decir algo más que se contuvo a decir, así que tuve que contraatacar.

—Estamos en un lugar público, mi intención era alejarme de mis problemas, no encontrar a uno andante.

Le guiñe un ojo y le ofrecí una sonrisa, al menos algo parecido a eso, tal vez una mueca con estilo.

Él me observaba fijamente y de pronto dio unos cuántos pasos hacia mí, se quedo suplantando a mi lado y luego se quedo quieto más adelante.

—Es un gran lugar, ¿no?

Hablaba observando el cielo.

—Es un gran distractor, tiene su encanto para olvidarte por un momento de la realidad.

Quería creer que hablaba del lugar y no de otra cosa, me bastaba con encontrame con un extraño, como para haberme topado con un maniático loco.

Aunque si éramos sinceros, yo no era la persona más "normal"  de este planeta.

—Lamento arruinar el momento, pero debería irme.

Sin más me di la vuelta, pero él dijo algo que hizo que me detuviera.

—No es necesario irte lejos de tu hogar para sentite a salvo.

Esas simples palabras se clavaron profundamente en algún lugar de pecho.

Maldito ser inhumano que me hacía llorar sin conocerlo.

Parecía chiste del destino, yo solo quería tomar un poco de aire limpio y no asfixiarme.

—No es necesario fingir algo que no sientes.

Sin dar la vuelta, decidí marcharme y olvidar que lo último que había dicho iba dirigido para mí y no para aquel sujeto.

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⏰ Última actualización: Jan 31 ⏰

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