Encuentro 2

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—Tomar estos medicamentos sin psicoterapia no resolverán tu problema —un hombre me entrego varios medicamentos con impotencia—, esto solo te dejará en estado latente, algo así como una bomba de tiempo.

—Lo entiendo
«Si, lo entiendo pero estoy preocupando de que otros sepan sobre mi estado mental»

—Caenlis puedo tratarte, yo realmente no debería darte medicamentos sin hacerte una verdadera revisión —puso su mano sobre mi hombro y me dio esa mirada extraña que el mismo parece no reconocer.

—Gracias James pero no es necesario —aparte su mano y me puse de pie, ya tenía los medicamentos no es necesario quedarse más aqui— mantendré esto en secreto.

Salí de la sala dejando al hombre de piel oscura y pelo largo rizado de pie observando mi partida.

«James a veces da miedo»

Lo primero que hice esta mañana fue ir a verlo por medicamentos, pero como siempre su mirada parece buscar algo más de lo que se puede ver en mi.

Ahora me dirijo a la universidad, mi primera clase de este semestre inicia a las 8 am me queda 35 minutos para llegar y encontrar el aula.

Este semestre coincide con la salida de estudiantes de último año de las escuelas secundarias así que hay muchos nuevos estudiantes revoloteando al rededor.

«La felicidad de llegar a la universidad no les durará mucho, esto es más estresante que la escuela y eso que solo venimos una o dos veces a la semana»

Mientras caminaba entre la multitud una flor roja adornando el pelo de una chica llamo mi atención «jamas eh visto esta flor quizás sea artificial», mi mirar fue muy intenso y la joven de piel clara se dio la vuelta.

No miro a ningún otro lado, sus ojos marrones se clavaron en mi al instante como si hubiese encontrado algo perdido, en ese momento mi corazón dolió tanto, como si lo estuviesen estrujando.

Quería acercarme a ella, pero viendo su sonrisa mi cuerpo se erizaba, me sentí como una presa encontrando a su depredador natural, antes de que mi lucha interna entre la razón y el instinto llegase a una conclusión ella desapareció de mi vista.

Se perdió entre la multitud tan fácil como apareció.

Pase toda la tarde pensando en ese encuentro, si es que se le puede llamar así

Al regresar a casa, estoy demasiado cansado no quiero hacer nada y no tengo hambre.
«¿Cuando fue la última ves que comí por hambre?, no lo recuerdo» la mayoria de las veces que me a dado hambre me termina venciendo el sueño y luego ya no tendré hambre.

Dormir es casi mágico, todo ruido y preocupación desaparece, no hay hambre, sed o dolor, tan placentero que podría dormir toda la vida.

Al final comi una manzana verde y subí a dormir.

—Tac tac
Un ruido ligero en el balcón me despertó, «quizás un gato trepó» me dirigí a la ventana y al abrirla sentí el inmenso deseo de escapar por lo que vi.

Antes de que mi cuerpo respondiera al deseo de escape fui sujetado firmemente.

—Te atrapé —la voz era coqueta y suave.

Esto solo daba más miedo, porqué como era posible que alguien pudiera aparecer en el balcón de un segundo piso.

Me quedé sin habla y mi corazón latía tan rápido que pensé que saldría en cualquier momento de mi pecho.

La persona que me sujetaba mientras sonreía era la chica que vi esta mañana en la universidad.

—Caenlis —dijo mi nombre con tanta familiaridad y afecto— ¿realmente eres tú? —esto era una pregunta pero era para ella no para mi, me miró y su rostro alterno entre felicidad, tristeza, dolor y felicidad.

«¡Esta persona está loca!, ¡Esta demente!»

«¡¡Auxilio!!»

¿Demencia o Libertad?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora