Fly For You |Kookv|

🌸Capítulo 4🌸

Era un 30 de diciembre, justo cuando el invierno estaba en su máximo esplendor, la nieve caía a las afueras del castillo en aquella mañana.

Y una pequeña hada despertaba sintiendo el aire abandonar sus pulmones debido al intenso dolor que estaba presenciando, por suerte no estaba solo, pues su padre el rey Seokjin se encontraba a su lado.

—Tae, estoy aquí tranquilo hijo.

—P-papá, me duele mucho— dijo el menor haciendo bolita en la cama.

—Tranquilo, mira bebe esto, tenia una idea de que esto pasaría entonces me preparé— le extendió un vaso con un líquido verdoso.

—¿Que es?- preguntó el menor levantándose lentamente mientras se sostenía el vientre con una mano.

—Esto te ayudará con el dolor, vamos tómalo.

Taehyung tomó el vaso que se le extendia y lo bebió lentamente devolviendolo nuevamente a su padre.

Los minutos pasaron y poco a poco el dolor fue calmandose logrando así que el hada menor en la habitación volviera a dormirse pero no duró mucho pues minutos más tarde un nuevo dolor lo hizo despertar de golpe y soltar un grito, el cual seguramente se había escuchado por todo el castillo.

Rápidamente los guardias que custodiaban la puerta de su habitación entraron encontrandolo en su cama inconsciente, producto del dolor.

Uno de los guardias se apresuró a llamar a los reyes pero grande fue su sorpresa cuando el rey Seokjin entró por la puerta y se dirigió en dirección a su hijo.

—¿Que fue lo que paso?, escuché su grito.–dijo Seokjin mirando a ambos guardias desconcertado.

—N-no lo sabemos alteza ya estaba así cuando entramos.

—Eso no me da una respuesta, necesito...

—¿Que es lo que sucede?— dijo una voz desde la puerta.

—Nam, no reacciona.

—Tranquilo, estará bien, ahora esperaremos a que despierte, ¿Bien?.

—De acuerdo.

No paso mucho tiempo cuando el principe Taehyung reaccionó.

—Cariño, ¿Como estas?- apenas su padre Seokjin terminó de decir esas palabras el principe rompió en llanto.

—Tranquilo, estoy aquí, no pasa nada, estarás bien.

—P-papá.

—¿Que sucede cariño?

—M-mis alas, ¿Porque?

—Tal vez solo es un retraso, no nos preocupemos por eso ahora, primero pasemos esto, ¿de acuerdo?.-Taehyung solo se abrazo al cuerpo de su padre y continuo su llanto en silencio.

🦋🦋🦋

Habían pasado tres días ya desde la presentación del principe Taehyung, tanto sus padres como el estaban ansiosos pues esperaban que en ese último día las alas de el hada se hicieran presentes después de una larga espera.

Ambos reyes y el futuro heredero se encontraban en el jardín principal esperando a Taehyung para tomar el desayuno.

—¿Si se presentarán sus alas hoy?- pregunto Hoseok.

—Esperemos que si, él estaba muy emocionado por eso, no se que pasará si no.

—Pero y si...

—Shh, aquí viene.

Todos miraron en dirección hacia la puerta del castillo y quedaron maravillados pues era la primera vez que el principe Taehyung utilizaba ese tipo de vestimenta.
Ahora que era un doncel tendría que usar vestidos y eso hacia resaltar aún más su belleza.

Taehyung camino hacia ellos en cuanto los vio y les brindo una hermosa sonrisa, pues a pesar de que no sabia si sus alas se presentarían al finalizar el día, estaba feliz pues su deseo de ser un doncel ya se le había sido concedido.

—Cariño, te vez hermoso.- le dijo el rey Namjoon.

—Muchas gracias papá, me siento muy feliz.- dijo mientras se sentaba a lado de su hermano.

—Eso es lo importante, si tu estas feliz es perfecto, por cierto hoy iré a visitar a los aprendices, ¿quieres venir conmigo?.—dijo el rey Seokjin

—¿De verdad?, claro que si quiero ir, muchas gracias, ¿no vienen?- se dirigió a su hermano y a su padre el rey Namjoon.

—No, nosotros iremos a ver  a los otros aprendices, ya sabes los futuros guardias.

—Entiendo, entonces esta bien.

Después de esa pequeña platica todos los presentes se dispusieron a desayunar en silencio.

🦋🦋🦋

—¿Taehyung estas listo?- pregunto su padre ingresando a su habitación.

—Si papá estoy listo, vamos.

Ambos salieron de la habitación y comenzaron su recorrido hacia la parte frontal del castillo en donde todos los donceles se encontraban tomando sus clases, y después de 15 minutos llegaron, dejando ver un hermoso jardín y también una parte del castillo al cual solo tenían acceso cierto personal del castillo incluyendo a los reyes y a los príncipes.

—Escucha Taehyung, tengo que informar que ya estamos aquí a la persona a cargo, puedes esperar un momento aquí, no tardo.

—Claro, acá espero.

Taehyung espero a su padre en la entrada del lugar observando el lindo jardín que tenian en esa zona del castillo, tanto fue su distracción que no se percato que alguien habría la puerta, golpeándolo y también desequilibandolo provocando que cayera al suelo.

—¡Oh cielos!, como lo siento, ¿Estás bien?.‐pregunto un chico, bajando para quedar a su altura.

—S-si, no te preocupes, estoy bien, yo tuve la culpa por estar parado ahí.

—Aun así debí asomarme, lo siento, ven te ayudo.

—Muchas gracias...

—Oh discúlpame, Soy Park Jimin.

—Un placer Jimin, soy Taehyung.

—Oh, te llamas igual que el principe.-comento asombrado.

—En realidad, soy Kim Taehyung, el principe.

—¡Oh no!, de verdad lo siento, disculpe mi descortesía.

—No, no tranquilo, estoy muy bien de verdad, puedes llamarme solo Taehyung.

—Eso no sería correcto, mis profesoras me fusilarian si se enteran.

—Ay no, eso es horrible, no puede pasar algo así.

—No, solo era una expresión, no harían tal cosa.

—Eso me reconforta un poco, ¿ Eres aprendiz?

—Oh si lo soy, eh estado aquí dos años ya.

—Entonces Tienes 17 años, eres mayor de yo.

—Si eso es verdad, me gustaría seguír hablando con su alteza pero ya voy tarde a mi clase, espero volver a verlo.- reverencio.

—Claro, Jimin, prometo no olvidarte.

Después de eso el principe solo tuvo que esperar un poco más a su padre y después de eso ambos hicieron un recorrido por el lugar para verificar que todo estuviera en buenas condiciones para mantener a los aprendices en un lugar seguro y con todo lo que necesitarán.

Para Taehyung ese día estaba siendo algo especial, pues a pesar de que sus alas no se habían presentado sus padres no lo habían rechazado y estaba conociendo personas nuevas fuera del encierro de ese inmenso castillo, eso le brindaba esperanzas de ser querido por quien era y por quien se convertiría.