♥︎ 𝑰𝑵𝑵𝑶𝑪𝑬𝑵𝑻 𝑳𝑶𝑽𝑬 ♥︎ 𝑴𝑶𝑵𝑲𝑬𝒀 𝑫. 𝑳𝑼𝑭𝑭𝒀

°Act One°

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Ahora mismo me encuentro en un bar de East Blue, apostando contra un hombre, sí, me dedico a eso. Se me dan bien las apuestas y siempre que juego contra alguien, gano. Desde pequeña se me dan bien los juegos de estrategias y cualquier otra cosa que tenga que ver con eso, lo hago básicamente para ganar algo de dinero para sobrevivir. Algunas veces he robado pero no es lo mío, me siento muy mal después de hacerlo.

Sé que Shanks no estaría orgulloso de mí por lo que hago pero tampoco tengo muchas más opciones.

- Y gané, otra vez! - sonrío victoriosa mientras recojo el dinero y lo guardo en mi bolsa

- Siempre que juego contra tí pierdo, seguro que haces trampas - me dijo el hombre de muy mal humor mientras me miraba con una horrible mirada

Si las miradas mataran yo ya estaría tres metros bajo tierra

- Lo siento buen hombre pero no es mi culpa que sea tan pésimo en esto, y ahora sí me disculpa debo de irme - digo mientras me levanto de la silla y me voy, dejando atrás a ese hombre y los demás que se reían de él, diciendo que como era posible que una mujer le dejara en ridículo

Siempre me han molestado esos estereotipos, los típicos hombres que se creen que son mejores por el simple hecho de ser hombres, Shanks siempre me decía lo mismo, que debía ser yo misma y hacer lo que yo quisiera, sin importar si era "cosa de hombres" o "cosa de mujeres".

Cada vez que pienso en Shanks mi mente se llena de buenos recuerdos, de todo lo que me enseñó y como gracias a él pude salir adelante, también me acuerdo mucho de Luffy. Mi querido Luffy, el chico con el que pasé la mayor parte de mi infancia y mi mejor amigo. Muchas veces él se enfadaba con Shanks porque no se defendía, pero él siempre le decía lo mismo: que la violencia no era la solución para todo.

Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que lo vi, cuando Shanks se fue yo también lo hice. A pesar de que no quería dejar a Luffy atrás, pensaba que mi momento de ser independiente había llegado, claramente cometí un error.

Pero ya no se puede hacer nada y no quiero vivir con ese arrepentimiento así que solo continúo adelante sin mirar atrás.

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Ahora mismo estoy de camino a otro bar, pero no para seguir jugando sino para poder tomar algo tranquila.

Cuando llegué al lugar me senté en la barra y pedí lo que quería.

- Disculpe señorita, me puede traer una cerveza?

- Sí claro, enseguida

Era un sitio tranquilo, había bastante gente pero no era nada molesto, cuando la chica me trajo la cerveza simplemente empecé a beber hasta que escuché el ruido de un plato chocar contra el suelo.

Me giré para ver qué estaba pasando y vi a una pobre niña temblando mientras miraba al hombre rubio que tenía delante.

- Yo l-lo lo siento mucho - le temblaba la voz, se veía asustada

El hombre con el que se había chocado lo único que hizo fue burlarse de ella, patético

- La próxima vez no seré tan bueno - bueno? Me sorprende que tenga la poca vergüenza de decir eso, estaba observando atentamente hasta que un chico de pelo verde habló e inmediatamente me fijé en él