deseo prohibido

Capítulo XV

Quiero agradecer sinceramente a mi amiga 42Juliamatos💕 por el MARAVILLOSO arte que hizo para este capítulo, simplemente estoy enamorada ❤️😍❤️😍 ¡Felicidades! ¡Tu trabajo es tan hermoso! ¡Estoy muy feliz!

***

El sonido del maletero del coche de su hijo al abrirse hizo que Nara se sintiera cada vez más aprensiva ante la idea de que él saliera a la carretera en las primeras horas de la mañana. No es que le faltara fe; debido a que eso parecía abundar en su vida, lo que le llamó la atención fue el comportamiento de Vegeta luego de la llamada de hace unos minutos. ¿Qué era tan urgente para que quisiera irse con tanta prisa? No quiso entrar en detalles sobre el asunto, solo le dijo que era alguien que necesitaba ayuda espiritual. ¿Y quién era Bulma? ¿Quién era esta mujer? Las preguntas surgieron mientras lo observaba arreglar las cosas dentro del auto.

La beata conocía bien a su hijo, conocía su trabajo en la comunidad de Gingertonw, pero aquella ocasión le parecía muy especial, su rostro era de pura preocupación y ansiedad. Aparentemente intranquilo, giró las llaves en la cerradura del baúl y la miró seriamente.

ㅡ Mamá, perdóname por tener que irme así... ㅡ explicó Vegeta, dando la vuelta al auto para despedirse de su madre.

ㅡ Debe ser muy importante dejarme después de tanto tiempo sin venir aquí, ¿no?

ㅡ Volveré tan pronto como pueda y con más calma, porque aún me falta visitar al viejo Kaioshin para saber qué tiene que decir sobre lo que vio...

Nara asintió en silencio, planeando en mente su próximo movimiento hacia el anciano borracho.

ㅡ El obispo también me necesita a su lado. Nada me llama. Estoy seguro de que ahora podrás dormir tranquilo. ㅡ concluyó Vegeta, colocando la llave del auto en una de sus manos.

ㅡ Dios te escuche hijo mío, Dios te escuche... Pronto te haré una visita a Gingertonw. ㅡ prometió Nara, dándole un abrazo a su hijo.

ㅡ Esperaré, ahora tengo que irme. ㅡ dijo antes de besar a su madre en la parte superior de la frente. ㅡ Hasta luego mamá, cuídate.

ㅡ Incluso mi hijo. Avanza despacio por la carretera y llámame en cuanto llegues.

Nara apartó sus manos del tacto de su hijo y se cruzó de brazos, envolviéndose en su chal de crochet, observando cómo se encendían los faros del auto e iluminaban parte del jardín. En una hábil maniobra, Vegeta salió del garaje en reversa, saliendo a las calles, desapareciendo de la vista poco después. A mitad del camino comenzó a rastrear la dirección anotada en la aplicación del celular, mostrando el recorrido que le tomaría aproximadamente dos horas.

ㅡ ¿Qué te pasa Bulma...?

(...)

Al llegar por segunda vez ese día, Linus entró a la casa después de encender la luz en el interruptor al lado y arrojar su abrigo en el perchero cerca de la puerta. Su mirada detrás de los lentes de sus gafas recorrió toda la habitación, viendo solo las luces del pasillo del primer piso. Antes de subir las escaleras, miró la hora, sacudiendo la cabeza en silenciosa negación hasta acercarse a la puerta del dormitorio de Bulma, notando que la televisión estaba encendida con un sonido casi inaudible. Todo estaba aparentemente en calma, cuando finalmente decidió llamar dos veces, mirando nuevamente la hora en el reloj que llevaba en el brazo.

ㅡ ¿Cariño?

La tenue luz de la lámpara iluminó parte del rostro del hombre, mientras su esposa abría la puerta de la habitación de su hija, pidiéndole que guardara silencio para no despertar a la niña.

ㅡ Psst... Finalmente logró dormir. ㅡ dijo Panchy, con su dedo índice presionando sus labios mientras abría la puerta.

ㅡ Vine tan pronto como me llamaste. Perdón por la demora, mi hermano terminó metiéndose en un gran problema con un usurero, espero que el dinero que le presté lo solucione. ㅡ susurró, empujando la montura de sus gafas en su cara.