✖▪️Until Forever Earth▪️✖

~•[Capítulo 01]•~

—Bien Tierra, repasemos una vez más... —Dijo Luna, tratando de animarlo a dar el siguiente paso, siendo motivacional— ¿a donde irás?

—A ver a Marte.

—¿Qué harás una vez que veas a Marte?

—Pedirle disculpas...

—¿Por qué le pedirás disculpas?

—Por mi anterior actitud... y por lo que dije sobre las lunas.

—¿Cómo lo harás?

—Demostrandole que estoy arrepentido.

—¿Huirás si sientes miedo?

—No...creo...

—¿Cómo que "creo"?

—Q-Quise decir que no, esta vez no... —corrigió.

—¡Muy bien! porque ya van siete intentos en los que te arrepentiste a último minuto.

Sí, así de motivacional estaba siendo.

—Solamente fueron cuatro en los que me ganó el miedo —corrigió— Aun así... no era necesario que me lo recordaras... sabes el porqué...

—Sí sí sí, "que aún no crees sentirte listo", "que tienes miedo de que Marte no quiera escucharte" te entiendo y todo, pero no puedes estar así de inseguro para siempre.

—Lo sé, Luna... lo sé... —enserio, como extrañaba volver a hablar con él, con todos sus amigos mejor dicho.

Luna dio un suspiro, no podía obligarlo a arreglar sus problemas tan rápido, solo era cuestión de ser paciente y no apresurar las cosas. Su disculpa tenía que ser natural, un perdón sincero.

—Un paso a la vez, Tierra, un paso a la vez, lo estás haciendo bien.

—Tal vez tengas razón... pero... todo esto es muy desesperante para mí...

—hmmm... ¿te parece si lo vuelves a intentar ahora? Esta vez yo te acompañaré hasta él.

—Creo tener el ánimo suficiente... creo poder hacerlo —su rostro reflejó esperanza— quiero hacerlo... antes de que vuelva a sentirme miserable.

—Oye, no seas tan duro contigo mismo.

—Estoy en eso, no puedo evitarlo. —bajó la mirada, como si hubiese sido regañado.

—Bien, al menos lo estás intentando... ¿vamos?

—Sí, vamos...

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Por otro lado, Marte se encontraba un tanto preocupado, no por nada que tenga que ver con Tierra, sino más bien por el hecho de que no encontraba a sus lunas: Fobos y Deimos.

—(¿En donde se habrán metido esos dos? Eso me pasa por andar de distraído).

Si bien era cierto que no siempre podía percatarse de la presencia ellos por la descomunal diferencia de tamaño, sí llegaba a echarles un vistazo para comprobar si seguían a su lado, en algunas ocaciones hasta le avisaban cuando se iban a hacer quien sabe qué, pero esta vez se fueron en silencio.

—¡Fobos! ¡Deimos! ¡¿Dónde están?!

Seguía buscandolos en el cinturón de asteroides, los conocía bastante bien como para saber que no era usual de ellos desaparecer de esa manera por largos periodos de tiempo. Y ese hecho sumado a la angustia que le provoca estar ahí gracias al trauma que tiene con cierto planeta enano... digamos que estaba con el "alma en la boca" por así decirlo.