𝓡𝓞𝓓𝓡𝓘𝓣𝓞𝓜❞ 𝓓onde 𝓒arreraaa le compraba un batido de fresa a su compañero de asiento.
𝓐 todos les gusta las malteadas de fresas, ¿no? 𝓔so era lo que pensaba 𝓒arrera, pero al pareces 𝓡obleis era la excepción.
𝓘𝓝𝓕𝓞𝓡𝓜𝓐𝓒𝓘Ó𝓝 !
𝓞r...
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-¡Hey Carre, ven acá! - llamó un chico a lo lejos.
Rodrigo buscó con la mirada al dueño de aquella voz, reconociéndolo como Juan, uno de sus compañeros.
Se podría decir que son amigos, a pesar de que no hablaban mucho.
-Nos tienes abandonados, i¿dónde estuviste todo este tiempo?! - preguntó Juan con cierto drama.
Carre rió. -No son mis únicos amigos. -contestó simple.
Ante esta respuesta Juan fingió desmayarse, cayendo en los brazos de Tomás.
No había notado su presencia, pero tampoco se sorprendió.
En realidad la razón por la cual se sentaban juntos era porque el profesor decidió separar a Juan y Tomás. No era de extrañar que ambos pasaran tiempo en el receso.
-Ush, ¿no conoces otra bebida? - soltó Robleis de la nada. - Te vas a convertir en una fresa si sigues tomando eso.
En vez de tomarlo a mal, Carre estalló en carcajadas al imaginarse siendo una fresa.
-¿Qué pasa? ¿Quieres un poco? - sacudió levemente la bebida en su rostro, notando como la bebida no era lo único rosa frente a él.
-Creo que la fresa es otro. - mencionó Spreen, quien no había hablado durante todo ese rato.
Tomás solo bufo molesto, tomando la bebida de Carre y saliendo del lugar.
-¡Oye, eso es mío!
-¡Ya no, Carre fresita!
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