Autora/Autor original: sstaaayy , gracias por dejarme adaptar el capítulo <3
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Arcade - Duncan Laurence
El pequeño muchacho se encontraba sobre la cama con su pecho subiendo y bajando frenéticamente, sus manos cubriendo su rostro como si eso evitaría que las lágrimas salgan de sus ojos mientras su mente no dejaba de llamarlo idiota en mil maneras desconocidas para él, realmente le dolía todo esto pero sin embargo, fue él quien mismo aceptó ese pequeño e inofensivo juego que su menor le había ofrecido a sabiendas de los sentimientos del mayor.
— Changbin hyung... —la voz del menor salía rasposa.
Los ojos del mayor se posaron en él con suma curiosidad, pues Félix solo lo llamaba así cuando buscaba algo de parte de él.
— ¿Sí? —su voz apenas audible, maldiciéndose por ello pues estar con el australiano lo cohibía.
— Mhm... verás —soltó el menor. — Te gusto, ¿No? —el mayor sintió su cuerpo crisparse por esas palabras y el menor rio. — Oh vamos, es algo obvio Seo —soltó sin pena.
— ¿Tan obvio soy? —susurró mientras jugaba con sus manos — Y-yo no quiero incomodarte, Lix...
— No lo hace —habló suave el menor.— Me halaga, realmente Binnie.
Changbin sintió una cálida sensación en su pecho, por un momento pensó que su enamoramiento sería correspondido.
—¿Te parece si empezamos un juego? —volvió a hablar el menor haciendo que el pelinegro frunza el ceño — Yo te doy atención y tu me das atención pero no somos exclusivos, no somos nada... Algo así como amigos con derecho a más.
El mayor sintió esa calidez transformarse en temor.
— Yo no... —susurró — Yo no creo poder.
Se levantó dispuesto a irse, se sentía más pequeño aún después de esas palabras de parte de su menor. Él simplemente no podía, no quería, él amaba al chico a su lado pero no pudo moverse más pues unas manos lo atraparon haciéndolo caer sobre el colchón, la mirada de Félix era profunda y cargada de emociones que no lograba descifrar.
— Será divertido, Binnie, por favor.
El menor solo suspiró y antes de dar nuevamente una negativa, los labios del menor se posaron en los suyos nublando todo a su alrededor, dejando que se lleve por los sentimientos que tenía y terminando por aceptar.
