Nicolás nunca pensó que encontraría el amor... Y menos viviendo en una granja desamparada en algún lugar de Estados Unidos.
Para él esto era completamente imposible, hasta que un día un accidente lo cambió todo y Carl Grimes llegó a su vida...
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No llevaba ni media hora dormido cuando sentí como alguien me movía… Abrí los ojos con pereza al saber de quién se trataba…
-Carl no jodas- murmuró medio dormido mientras me daba la vuelta dándole la espalda para que dejara de molestar, cosa que no funcionó ya que continuó picandome las costillas para llamar mi atención…
-Nicky, no puedo dormir, no tengo sueño- me dijo con una voz melosa al intentar susurrarme al oído cosa que me dio cosquillas por lo que me removi aún más intentando alejarme de él para que me dejara dormir en paz…
-leete un cómic o yo qué sé- dije de mala gana haciéndolo reír levemente.
-Tengo calor- murmuró después de unos segundos en silencio en los cuales creía que me dejaría en paz…
-Pues… quítate la manta- murmure entre bostezo…
-Ya lo he hecho- dijo moviendo la manta la cual estaba a los pies de nuestra cama…
-Pues quítate la camiseta — dije con sueño sin darle mucha importancia a sus palabras, cerré los ojos escuchando su respuesta…
-Buena idea, no lo había pensado- dijo y noté como se quitó la camiseta y se tumbó a mi lado nuevamente, me estaba quedando dormido de nuevo cuando sentí como envolvía sus brazos contra mi cuerpo, sonríe ante esto y me dejé hacer mientras sentía como a cada segundo su respiración se hacía más y más pesada hasta caer completamente dormido… Sin más yo lo acompañe por el mismo lugar…
—-------------------------- Desperté unas cuantas horas después con la mano de Carl metida dentro de mi camiseta, el calor en la "habitación" era claramente mucho debido a la sábana que cubría la totalidad de nuestros cuerpos…
Completamente cómodo en la cama aunque con un poco de calor me dispuse a seguir durmiendo cuando una alarma con nombre "Rick Grimes" sonó por toda la celda…
-Chicos, chicos, vamos - dijo tocando los hierros de la celda con un pequeño palo haciendo un ruido monstruoso que no pareció molestar en lo absoluto a Carl ya que siguió durmiendo como si nada…
Con toda la pereza del mundo me paré de la cama con cuidado dejando a Carl con la mano casi en el aire mientras veía como Rick salía de la celda para seguir despertando a los rezagados…
Sin mucha espera me dispuse a cambiarme el pijama colocandome una camiseta de cuadros y un tejano un tanto pequeño debido a mi rápido crecimiento de estos últimos meses… Una vez completado listo me giré para ver al bello durmiente el cual seguía roncando como cerdo…
-oye, bello durmiente, despierta, ya empezó el día — dije y lo moví un poco, escuché un sonido de su boca que indicaba que estaba despierto, al ver que habían pasado cinco minutos y aún no salía de la cama estire la sabana destapando su cuerpo semidesnudo, batallo un poco intentando que le devolviera la sabana cosa que claramente no hice, después de un rato de ardua batalla el soldado desnudo se rindió y decidió levantarse de su trinchera, sonreí victorioso ante esto y me dispuse a ver cómo se vestía…
