Estábamos en el salón mi amigo y yo, cuando nos llamaron para dirigirnos a una conferencia sin interés nuestro. Fue bastante aburrida, al terminar, poco a poco todos fueron saliendo, yo espere un rato para que no se juntara muchas personas.
Al darme la vuelta, te estabas acercando a mi, no se que intentabas hacer pues tú y yo, ya no teníamos contacto alguno y por mi parte, prefiero nunca tenerlo. Cuando llegaste al frente mío me tendiste tu mano esperando que yo la estrechara, en cambio mire a mi amigo con cara de confusión y volví a dirigir mi mirada hacia ti, para después simplemente irme, dejándote con la mano tendida y una expresión triste. Realmente no me importaba, no quiero que estés cerca mío.
Al día siguiente, nos dirigíamos a otro evento, no note que estabas atrás mío hasta que me diste diversas palmadas en mi espalda. Cuánto asco me dio tu tacto... A pesar de eso solo voltee y te dije secamente
-Alejate, no me toques
Tu no dijiste nada, solo agachaste la mirada, con la misma expresión triste.
Me sorprende de que a pesar de haberte hablado de tal forma antes, nuevamente intentaste tocarme. En esta ocasión a mí se me cayeron unas hojas, me agache a recogerlas y ya cuando las tenia casi todas tu te agachaste y con intenciones de tocar mis manos, acercaste lentamente tus manos a las mías e incluso logrando un poco tu objetivo. Nuevamente me quite, y con desden y enojo te repetí.
-No me vuelvas a tocar en tu vida, me das asco
Recogí mis cosas y me marche, tu expresión siempre era la misma, una de tristeza con desesperación, al igual que mi reacción es la misma, una de asco de ti y enojo, después de todo lo que me hiciste, te atreves a intentar acercarte. No, gracias.
