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TW: Suicidio ˙ 𝆺𝅥𝆹𝅥 : Bag of Bones - Mitski.
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La pelinegra se encontraba caminando sola por la calles, la escasa luz de la luna y iluminarias de la calle, alumbraban su desolado camino, buscando algún tipo de distracción a sus problemas.
Ella siguió su caminata hasta llegar a un parque, había poca gente, la mayoría eran skaters, ya que había un pequeño lugar para practicar esto mismo.
La chica miró esto sin emoción alguna, simplemente una espectadora más, a ella alguna vez le interesó practicar skate, pero nunca lo hizo.
Ella suspiró y dirigió su mirada hacia el cielo estrellado, era relajante estar sola, sin problemas, solo la brisa y la luna acompañando su velada de paz.
Una voz femenina sacó a la chica de su pequeño momento de tranquilidad.
- ¡Hey!, ¿podrías pasarme mi skate? - preguntó una chica rubia, señalando los pies de la pelinegra.
Melanie, simplemente tomó el skate y caminó hasta la rubia, entregándoselo, ambas cruzaron miradas por unos segundos.
- Gracias - agradeció la más alta con una sonrisa.
La pelinegra asintió, ella nuevamente se sentó en la banca, reanudando su momento de paz a la luz de la luna.
- Oye, nunca habías venido aquí, ¿cierto? - esa voz femenina algo grave sonó nuevamente, sentándose a su lado.
- No. - Respondió Melanie sin mucha emoción, estaba completamente seria.
- No eres de muchas palabras, por lo que veo - mencionó la rubia, mirando a la ojiverde.
Melanie no respondió simplemente siguió viendo el cielo.
- Me llamo Gwen, Gwen Stacy, ¿cuál es tu nombre? - rompió el silencio mirando a la chica con una ceja levantada.
- Melanie. - musito la más baja con seriedad.
- Lindo nombre, mucho gusto Melanie - sonrió Gwen, extendiendo su mano para estrecharla con la de ella.
Melanie suspiró, ella tomó la mano de Gwen y la estrecho, su mano era calida y suave, sintió un poco de calidez.
Gwen vio esto y se rió un poco, ella tomó la mano de Melanie y la comparó con la suya.
- Tu mano es muy pequeña, es adorable - murmuró Gwen, mirando los ojos de Melanie.
Melanie alejó su mano, y las puso en los bolsillos de su suéter - Gracias. - se limitó a decir.
Gwen solo asintió y sonrió, ambas miraron hacia el cielo, dos personalidades completamente distintas, polos opuestos.
Melanie suspiró, ella se levantó de la banca y miró a Gwen.
