i miss you

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Aclaracion: La protagonista de todas las historias es TN.

⚠️ ADVERTENCIA  +18 ⚠️

Espero les guste.
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Estaba sentada en el suelo del baño, lágrimas escurridizas corrían por mis mejillas. La habitación estaba en completo silencio, excepto por mi entrecortada respiración y los leves sollozos que de vez en cuando se escapaban de entre mis labios.
Desconsolada y con frío me dirigí a mí cuarto y busque un pijama, elegí una remera que pertenecía a mí novio, no me puse shorts ni pantuflas, no tenía ganas ni siquiera de secarme el pelo. Mientras intentaba cenar una pizza, que claramente pedí a domicilio, llame por novena vez consecutiva a mí novio, pero, al igual que las otras veces,me mandó al buzón, dejé la porción de pizza por la mitad y con un nudo en la garganta subí a la cama, quizás podría dormir un poco.

Shinso se había ido a una misión hace más o menos tres semanas, un día dejo de contestar mis llamadas, paso un tiempo y luego de casi una semana sin señales de su parte me preocupe, pregunté por el en la agencia pero no tenían ni idea de lo que había pasado, hable con Aizawa sensei y con sus amigos pero nadie sabía dónde estaba mí novio, al final solo quedaba rezar porque nada malo le hubiera pasado.

Luego de unas horas logré conciliar el sueño, estaba abrazada a la almohada de shinso y con Otis (mí gato) calentando me los pies.
En un momento sentí como la almohada era retirada y alguien se posicionó en su lugar.
Era el.
Me pegue a su pecho y respire profundamente, inhalando su aroma que me fascinaba, trate de abrir los ojos pero el sueño me lo impidió. Tenía que Asegurarme de que no fuese un sueño, me tenía que cerciorar de que era mí shinso el que estaba abrazando de esa manera tan reconfortante.

- te extraño - musité de forma casi inaudible.

- ya estoy aquí muñeca- dijo susurrando.

Satisfecha con esa respuesta me deje llevar por el cansancio y me quedé dormida.

A la mañana siguiente desperté con los rayos del sol acariciando mí rostro y una gran sonrisa adornando el mismo. Me senté en la cama y recorrí con la mirada toda la habitación, no había señales de shinso, todo había sido un sueño al parecer. Mis ojos se pusieron llorosos y me hice bolita, dure unos cinco minutos llorando y pensando en lo real que fue aquella ilusión, hasta que me percate de que la máquina de café estaba encendida, no pudo haber sido Otis, más que nada porque ni siquiera yo la se usar bien. Corrí hasta las escaleras y frene en seco justo a la mitad de estás. Parado en la cocina, con su cabello húmedo y desordenado (seguro tomo una ducha al despertar) y sus ojos llenos de cansancio estaba mí novio, y está vez estaba segura de que era real (puede que la allá pasado horrible los últimos días pero aún no alucinaba). Lo abrace por la espalda y restriegue mí cara en ella suavemente.

- buenos días mí amor, ¿Cómo dormiste? - pregunto girando su cabeza para mirarme.
Yo no contesté, estaba demasiado atónita para reaccionar.
Se dio la vuelta y me pegó a su pecho, beso mí frente y acaricio mí espalda.

No lo soporté y comencé a llorar de nuevo, lo abrazaba fuertemente, con temor de que me vuelva a dejar.

- perdón por preocuparte muñeca, las cosas se pusieron difíciles y tuve que cortar comunicación, pero ya estoy en casa - su tono era delicado, casi un susurro - ya, no llores mí amor, estoy aquí y no iré a ningún lado -

- te extrañé - seque mis lágrimas, mí voz era entrecortada y triste.

- yo a ti hermosa - levanto mí cara haciendo que lo mirase y plantó un beso en mis labios.

Al concluir el beso acaricie su brazo, en ese momento pude notar una gran herida en proceso de cicatrizado, no solo eso sino también, al examinar su cuerpo con mas atencion, note múltiples arañazos por todo su cuerpo, o por lo menos la parte que tenía descubierta. Su cara mostraba cansancio, como si no hubiera dormido en días y sus ojeras estaban mas oscuras e inchadas de lo normal, me dolía verlo tan lastimado, sobre todo porque aún así seguía intentando compensar esos días que paso fuera, es decir, aun en ese estado se había despertado temprano para hacerme el desayuno.
Cuando shinso se dio cuenta de que yo había notado sus heridas, me dedico una sonrisa triste y acaricio mi cabeza, como pidiendo que no me preocuparse.
Luego de un silencio prolongado restaure la conversación.

Shinso Hitoshi One shots Donde viven las historias. Descúbrelo ahora