ᴋɪᴍᴇᴛsᴜ ɴᴏ ʏᴀɪʙᴀ - ᴏɴᴇ sʜᴏᴛs

Muzan Kibutsuji

- Quien será ese hombre? -

- No lo se, pero dicen que tiene mucho dinero y es muy influyente.-

- Parece enfermo, se ve demasiado pálido pobre hombre. -

Nada más molesto para Muzan que fingir no escuchar aquellos murmullos igual de desesperantes que el canto de los grillos, si no fuera por que se encontraba en la calle junto a su "esposa e hija" les habría arrancado la garganta hasta estar satisfecho de verlas sofocada por la sangre al juzgar su perfección.

Aburrido de actuar muy correcto y solo escuchar decepciones, Muzan decidió hacer del resto de su noche algo divertido o que por lo menos valiera la pena y así fue como terminó en un pequeño bar a las afueras de la ciudad para buscar alguna víctima sin correr el riesgo de ser reconocido.

Al llegar al bar pensó que había sido mala idea, habían muchos borrachos ruidosos en el lugar lo cual claramente le provocaba fastidio y hasta se le paso por la mente la idea de hacer una pequeña masacre, hasta que escucho una linda voz proveniente del escenario. Juro que en sus cientos de años de existencia jamás había escuchado una melodiosa voz como la de esa chica. Estatura promedio, pero con piernas largas y esbeltas, cintura fina, pechos redondos y medianos y un rostro de facciones sutiles y hermosas, su vestimenta llamó aún más su atención nada tradicional como un kimono, un vestido negro ceñido al cuerpo con una mínima abertura en la pierna y cuello bandeja dejando a la vista sus hombros igualmente delicados. Era perfecta y sutil, por alguna razón deseaba marcar su cuerpo y saciarse de él, era demasiado perfecta para ser humana, consideraría convertirla en un demonio, pero primero tenía otros planes...

- ¿Quien es esa chica? - pregunto Muzan al Bartender

- Ah, esa dulzura... se llama ______, no te hagas muchas ilusiones... la chica no le hace caso a ningún tipo, pero siempre puedes intentar. - Muzan suspiro mientras la detallaba todavía con mucho más cuidado.

Una vez _______ terminó de cantar inmediatamente fue invadida por varios tipos que intentaban llamar su atención con flores o presentes, ella solo recibía y daba las gracias. Después de observarla por un buen rato y que los demás tipos terminaran de hostigarla el decidió acercarse. Mientras caminaba su presencia no pasó de estar percibida por la fémina, raramente le llamaba mucho la atención y le parecía atractivo.

[Nota de la Autora: Me vale todo Muzan esta re rico.]

- De todos los años de vida que tengo jamás había escuchado una voz tan hermosa como la suya, un talento nato. - Dijo a la chica con un tono muy alagador

- Gracias supongo, no eres de por aquí verdad? - Pregunto ________

- No realmente. Estoy de paso, entre por un trago y me encontré con tan hermosa voz. - su tono era sumamente coqueto, no quería perder el tiempo.

- Solo por un trago o pensabas cazar algo para esta noche? - Muzan sonrió al escuchar a la fémina, si tan solo supiera...

- Solo si se me da la oportunidad... - Los preciosos ojos de la chica le observaron de forma coqueta e intensa, lo que buscaban ambos era bastante obvio.

Después de hablar un buen rato y lanzar algunas indirectas acompañadas de los susurros de Muzan muy cerca de su oído con la excusa de que había mucho ruido ambos fueron sediendo...

[HOY ES NOCHE DE SECSOOOO]

- ¿Serás todo un caballero y me acompañaras a casa? Señor Muzan - dijo _____ esperando que aceptara

- Claro, sería una falta de respeto no hacerlo y que corras peligro, no sabes cuantas cosas hay ahí afuera. - el era de esas cosas

Tras una pequeña caminata y una charla tranquila llegaron a su casa, sin dar peros terminaron en una sesión fugosa de besos. Muchos de ellos contra las paredes y moviéndose hasta llegar a la habitación.