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No podía creer esto, simplemente era absurdo o siquiera soñarlo como una pesadilla, el mero hecho de apuñalar y abandonar a aquellos que le dieron un lugar en el mundo, le era completamente loco e improbable viniendo de su parte.

Esposado de pies y manos en su mirada se reflejaba la confusión más pura que alguien haya llegado a tener en donde estaba parado, pero está misma era carcomida por demás miradas con sentimientos distintos por cada una, tristeza, incredulidad, enojo y decepción, eran predominantes y provenientes de aquellos ojos de sus seres queridos que le observaban desde su espalda, provocando la sensación semejante a que sus pecados subieran por su espalda juzgandole de todo lo causado por su mano como un chorro de agua fría directamente en la columna. Aquellos pecados impropios de el y que nunca haya podido cometer.

Esperanzado de alguna manera observaba a su misma sangre en el estrado, testificando por el. Su hermano yacía hablando a su favor, pero con el paso de las preguntas que se le hacian, la esperanza se iba por la puerta trasera, su propio hermano dudaba de su verdad, su propia sangre no podía siquiera ver que no era culpable de lo que se le acusaba de forma tan abrupta e inclemente, debido a como habría llegado al juzgado que fue a golpes y amenazas.

Viendo bajar a su hermano de donde se le tomó la palabra y caminar como un verdugo hacía su posición fija en el centro de la gran habitación, no se atrevió a siquiera verle a la cara cuando paso a su lado, ese gesto, ese maldito gesto de decepción dado por su querido hermano le hicieron enfurecer. Ni su hermano con quién habría vivido casi toda su vida no podía ver aquella mentira, no podía ver la verdad detrás de todo, no veía la falsedad detrás de todo o siquiera el lo llego a considerar su hermano.

Ya sin ninguna esperanza de salir libre de esta situación, observaba sus puños y los apretaba cada vez más fuerte al punto de sangrar ante las heridas que el mismo habría provocado con sus dedos, ante el daño provocado por si mismo, dejo de imponer fuerza en sus manos y cabizbajo observo a la siguiente persona que vendría a testificar, su amada esposa y en antaño su enemiga a muerte.

La dragona emperatriz blanca, veli lucifer. Avanzanba con calma y pudo conectar su mirada con la de su querida esposa, pero fue uno de los peores errores que haya podido haber cometido, en aquella mirada yacía la misma emoción que tenía su supuesto hermano, eso le provocó dolor a su corazón tal y como una punzada con una aguja, ese corazón que poco a poco el odio y el rencor lo iba devorando, provocando que soltara todo lo que una vez pudo expresar, amor, felicidad, interés y demás sentimientos buenos iban saliendo para no volver.

Las preguntas que se le eran dichas no eran de mucho pensar, y ella misma lo sabía, pero con el paso en que las preguntas eran dichas por el hombre encargado del caso, podía observar que su esposa se comenzó a poner tardía con las respuestas que daba y cuando llegó la última, su corazón estaba a una colisión más de perderse entre tanto odio.

— Señorita lucifer, usted en antaño fue la enemiga a muerte del hombre que está aquí con nosotros y que dice ser su esposo, nos podría decir ¿cómo llegaron a conciliar matrimonio sabiendo sus antecedentes o mejor dicho como pudieron hacer para lidiar con todo lo que va a sus espaldas con el asunto de la brigada del caos, matar al Mao lucifer y causar una guerra que terminaría dejando estéril a las facciones?—. Una pregunta simple a la cual habría una respuesta igual a lo que era la pregunta—.

— No fue sencillo, pero se logró y todo gracias a el y es por eso que no entiendo por qué está ocurriendo todo esto, mi esposo ha dado todo lo que ha podido dar para seguir con la paz entre las facciones y evitar otra guerra, tocando el tema de la brigada del caos, he cortado toda comunicación con ellos e incluso estoy intentando darles caza para que paren con sus planes de guerra—. Respondió a la pregunta hecha sin tardar mucho, pero no espero que la revelación que le darían a continuación le diera una estocada con una espada directamente al corazón—.

El Dragón Guardián Del Abismo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora