cap n8: Compras

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(Leer hasta el final)

Se aproximaba mi cumpleaños y me crean o no, seguía nerviosa por Tom.

Ya pasaron dos días desde que descubrí que Tom conocía a Georg y al parecer, eran muy cercanos.

Estaba sola en casa, Elisa no se veía mucho por sus estudios, Mariza viajó a L.A por un buen tiempo gracias a su trabajo, y Andrew está dia y noche en el hospital ya que su madre sufrió un accidente el cual pasó a mayores.

Yo estaba sola. Sin nada más qué hacer.

El teatro cada vez estaba más inestable gracias a presentaciones y ya casi no se podía ensayar, y el local en el cual limpiaba los pisos se clausuró ya que no tenía papeles legales para vender.

Todo esto iba de mal en peor, excepto una cosa.

Bill me contactó y me invitó a almorzar, yo estaba muy feliz de poder volver a hablar con el.

El almuerzo lo programó para hoy, lo que yo acepté como un regalo de cumpleaños. En secreto, obvio.

Si no fuese por que Bill me invitó a almorzar, me sentiría muy solitaria el día de mañana ya que como ninguno de mis amigos está no tengo con quien celebrarlo justo ese día.

9:00AM.

No quería levantarme, solo quería enrollarme en las sábanas de mi cama y no levantarme nunca jamás. Pero como tengo la vida de un adulto independiente, tenía que aceptar los términos y condiciones.

Me levanté y me dí un baño de agua caliente. Rápidamente me vestí con un jeans celeste y una polera holgada con el estampe de una banda que solo Dios conocerá.

Decidí que hoy iba a salir a hacer las compras del mes, cosa que no hago desde que me mudé a éste apartamento.

no tenía la energía suficiente para bajar escaleras, entonces tomé el elevador.

Para mi sorpresa estaba ese vecino tan guapo que siempre admiré, lo había visto una que otra vez  pidiendo sus llaves en recepción, pero esta vez tuve la oportunidad de apreciar con tiempo su definido rostro.

Su mandíbula era marcada, sus ojos de color avellana, sus cachetes y nariz un poco rosas, su pelo color café como el chocolate, y al menos diez centímetros más alto que yo.

Abrí mi bolso para chequear que esté mi tarjeta ahí, de lo nerviosa que estaba por tener a ese chico a menos de un metro se me resbaló de las manos mi carnet de identidad.

Estaba por agacharme a recogerlo pero ese chico ya había tomado mi lugar. Observó el Carnet y noté una expresión de asombro en su cara por unos pocos segundos

-¿Mañana es tu cumpleaños?- su voz no era ni tan grave ni tan fina, solo era masculina y llamativa.

-Eh... si.- le dije nerviosa mirando hacia el piso.

-Lindo nombre, Madelyne... Soy Jacob, un gusto. ¿Eres nueva? Nunca te había visto.

-No tanto, vivo hace un año aquí en el piso 5. Yo si te había visto antes, en recepción.-

-Oh claro, yo quedo en el piso 4, en la habitación 06.

-¡Quedas justo abajo de la mia! Yo en la 08.-

-Que bien

-Si...- el entorno ya empezaba a formarse incomodo gracias al silencio que había.

El ascensor llegó a recepción y el salió rápidamente.

-Bueno... Nos vemos, Adiós!- dijo eso y se fue.

-Adiós...- dije para mí misma ya que no me escucharía.

Dont Cry Pretty Girl ~ Tom Kaulitz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora