Cap N12: Cupcakes para la resaca

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Pasó al menos una semana y salimos a recorrer más lugares, la verdad ya estaba un poco cansada de salir temprano y al llegar a casa salir nuevamente.

-Mady, ¿como te sientes?- Bill se sentó a mi lado en la terraza.

-Estoy bien, sólo... algo cansada. Ya sabes, por estar saliendo y eso.- le sonreí. Realmente quería un momento para mí sola pero si Bill llega no se lo puedo negar

-Oh si, eso. Bueno, si quieres este fin de semana te puedes quedar en casa, pero... Yo y Tom planeamos ir a un club. Claro con Miley y Alex. Si quieres ir la invitación está en pié.

-Oh...- Al parecer, estos chicos no podían pasar ni un mes sin ir a una fiesta o se les baja la presión. -Gracias, lo voy a pensar.-

Bill acarició mi hombro unos segundos y se fué. Yo quedé contemplando el claro cielo que tenía ante mis ojos y algunos autos moviéndose por las calles.

Me levanté y caminé hacia el ventanal el cual abrí. Me adentré a la habitación y estaba Tom hablando con Bill. Fuí al baño a darme una ducha rápida en la cuál no me demoré más de 15 minutos.

Al salir, había un olor familiar que invadió mis fosas nasales, el cuál rápidamente supe que le pertenecía a Tom. Lo busqué con mis ojos y en su cara había una pizca de preocupación.

-¿No vas a ir? Porque si quieres yo me quedo contigo aquí y hacemos algo, lo que tú quieras.- Soltó rápidamente. Yo no sabía de qué hablaba, hasta que pude reconocer ciertas palabras.

Suspiré. Estaba muy enredada; mi cabello estilando gotas de agua, mis pies mojados a punto de resbalarse, y Tom hablándome. -¿Podrías esperar a que me vista por último? En un segundo salgo a hablar contigo.- asintió repetidamente y se paró a un lado de la puerta.

Sequé mi cuerpo y me vestí con lo primero que encontré. pasé la toalla un par de veces por mi pelo para así quitar el exceso de agua en este. Me puse unas sandalias que estaban por ahí y salí con una peineta en mi mano.

Empecé a cepillar mi cabello con delicadeza
-Ahora sí.- lo miré. Él seguía ahí.

-¿Por qué no quieres ir al club? Será divertido...- Una mirada con pena se posó en sus ojos.

-No, estoy cansada y quiero regular mi sueño un poco... Ésta semana hemos llegado a las dos de la madrugada y nos levantamos a las siete de la mañana, dormir sólo cinco horas no es muy bueno- Me miraba con atención en mis palabras

-Oh... pero vamos.. porfavor, sólo esta vez..- Él estaba haciendo un berrinche tal y como un niño pequeño. Si me estaba manipulando, lo hacía muy bien.

suspiré -Está bien, voy a ir con ustedes.. Pero nada de emborracharse porque Bill no será el que te cargue hasta el auto.- reímos

-Bueno, gracias.- le sonreí y Tom se perdió en algún otro lugar. Me adentré de nuevo a la habitación y terminé con mi cabello.

Me dirigí al sofá y estaban los dos hermanos viendo una película. Me senté con ellos y me entretuve un rato, a los minutos ya estaba dormida.

Sentí algo muy incómodo en mis ojos y nariz, abrí los ojos y estaba Tom soplando mi cara intentando despertarme nuevamente. Fruncí el ceño y empujé su pecho, pero no logré que moviera un dedo.

refregué mis ojos - Ya vamos, arreglate.- rió y yo bostecé

-Si si como digas.

Me paré y lavé mi cara. Me adentré a la habitación y empecé a alistarme; Me cambié ropa a una linda polera con algo de escote, una falda blanca considerablemente decente y Zapatos blancos. Encrespe un poco mis pestañas y apliqué unas capas de rímel. Unos toques de rubor y finalize con un labial rosa. Al buscar en el fondo de una bolsa un poco de dinero, encontré unos aretes de oro que mi tía me había obsequiado, Ella era más como una madre para mí. Me los puse y apliqué un perfume en mi cuello y muñecas. Minutos antes ya tenía a todos los chicos apresurándome, creo que ellos aun no entienden que soy una chica.

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⏰ Última actualización: Mar 17 ⏰

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Dont Cry Pretty Girl ~ Tom Kaulitz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora