Desde el momento en el que entré a aquel lugar, mi vida cambió para siempre. En ese instante, estaba rodeada de vampiros, cualquiera podría intentar matarme, y yo iba del brazo de Dylan, como si fuéramos pareja. No sé si calificarnos como amigos siquiera.
A decir verdad, se notaba que Dylan conocía a la mayoría de los aquí presentes, y no solo porque algunos se paraban a saludar. No tenían miedo, pero al menos le tenían respeto.
- ¿Y quién es esta? -Nada más pasar a la parte de atrás del lugar, nos paró alguien de seguridad-.
- Viene a invertir, tiene mucho dinero y es de confianza -sonrió Dylan. Yo no soy nadie para juzgar sus métodos, pero no estaba resultando muy creíble- ya sabes cómo va esto.
- ¿Está registrada? -Algo va mal, no puede ser tan fácil. Aunque por mucho que lo intenté, no había cámaras, ni a la vista ni ocultas. Por otro lado, era de noche, podían usar el oído súper humano sin problema-.
- Pues claro, sabes que no quiero problemas -sonrió antes de seguir nuestro camino-.
Seguimos andando hasta llegar a una habitación algo más pequeña, donde debería de estar esperándonos alguien, pero estaba vacía. Sabía que algo iba mal, pero no podía identificar el qué. ¿Nos matarán aquí? ¿Habrán hecho lo mismo con Alan?
- ¿Hola? Venga, no me jodas, ¿de quién es el turno hoy? -Dylan le estaba hablando a un punto de la pared, supongo que detrás deberían de estar escuchando-.
- Algo va muy mal -estaba inspeccionando la habitación, tengo que haber pasado algo por alto-.
- Seguro que son imaginaciones tuyas, llegará tarde el que sea y ya -intentó calmarse, estaba nervioso. Se cruzó de brazos-.
- Saldremos de aquí -no quería hablar demasiado, pero era una afirmación. Saldríamos de allí, con Alan, y al precio que fuese-.
- No sé yo -de repente se llevó las manos al cuello- ¡cabrones! -Tosió, no podía respirar- ¡te voy a matar, Damián!
Poco antes de que él cayera inconsciente, yo me tiré al suelo imitando sus movimientos. Por otro lado, yo estaba en perfecto estado, así que pude ver los dispensadores de verbena antes de cerrar los ojos y dejarme caer del todo.
No sabía prácticamente nada de aquel lugar, pero nos llevasen a donde nos llevasen, estaría consciente para guiarnos a la salida. Y en un futuro, a una venganza.
Se abrió una puerta, y un par de personas nos cogieron en brazos. Andaron unos cinco minutos hasta que sentí el aire frío en mi cara, estábamos en la calle. Podía escuchar el viento en los árboles, pero por cómo pisaban, estábamos por una carretera. Simplemente tenía un bosque cerca. Seguimos moviéndonos otros diez minutos, hasta que una gran puerta de metal se abrió y pasamos por esta.
Sentí cómo nos ataban, sentados frente a una pared. Podría haber atacado en ese momento, pero me superaban en número, y no podía cargar con un vampiro inconsciente. Tampoco tenía forma de defenderme estando en los brazos de un hombre, y hubiese sido demasiado brusco coger alguna de mis armas en ese momento.
Solo me quedaba tener paciencia, esperar a que estuviéramos solos y reunir información. Al contrario de lo que pensaba, no tardaron más de media hora en terminar con nosotros, mover algo más a mi derecha y salir. Esperé un tiempo más, solo por si acaso, y abrí los ojos.
Esto ya es el colmo. Antes podía ignorar que la habitación fuese como en mi sueño, todas las habitaciones oscuras se parecen bastante, pero esto era imposible de defender. La habitación donde estábamos secuestrados era la misma que en mi sueño, la misma oscuridad, la misma farola y la misma ventana con barrotes en la pared. Sentí como mi corazón parecía querer salir de mi pecho, pero aquel no era el momento. Ya intentaré entender esto más tarde.

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Sunset Academy
خيال علميJudith había llegado a la academia con la esperanza de encontrar pistas sobre la desaparición de su hermano. Mientras estudiaría la carrera de sus sueños, a lo mejor haría un par de amigas. Lo que no esperaba, fue conocer a seres tan especiales como...