008. mansion malfoy

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CAPÍTULO OCHO«Mansión Malfoy»

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CAPÍTULO OCHO
«Mansión Malfoy»

Después de un largo y agotador viaje, Madelyn y Draco finalmente llegaron a la imponente mansión Malfoy

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Después de un largo y agotador viaje, Madelyn y Draco finalmente llegaron a la imponente mansión Malfoy. La fachada, con sus altos muros de piedra y ventanales góticos, siempre le había parecido a Madelyn un lugar lleno de misterio y elegancia.

—Es una pena que Theo no haya venido con nosotros... —dijo Madelyn en un murmullo, sintiendo que su ausencia dejaba un vacío en el ambiente.

—Es cierto —respondió Draco, asintiendo con la cabeza—. Pero lo bueno es que ya llegamos; ya tenía el trasero dormido —se quejó, estirando las piernas aliviado mientras caminaban por el vestíbulo.

Al cruzar la puerta principal, los ecos de sus pasos resonaron en el amplio espacio, y pronto se escucharon los pasos apresurados de Narcissa al reconocer las voces de ambos adolescentes.

—¡Madelyn! —exclamó Narcissa, abrazándola con fuerza. La joven castaña sonrió mientras correspondía al abrazo cálido.

—Mi niña... qué bueno que estés aquí, ya te extrañaba —dijo Narcissa, alejándose un poco para mirarla a los ojos con ternura.

—Yo también te extrañé, Cissy —respondió Madelyn, su rostro iluminado por una gran sonrisa.

—Claro, y a tu hijo no lo saludas —replicó Draco con sarcasmo, cruzando los brazos y levantando una ceja en un gesto juguetón.

—Draco, hijo —dijo Narcissa mientras se acercaba a él. Le acarició las mejillas y le dio un beso en una de ellas.

—Mamá... —se quejó Draco, sintiendo cómo el rubor le subía por el rostro ante la atención maternal.

—Puedes ir a instalarte en tu habitación, Lyn. Lucius ahora está en una junta —dijo Narcissa antes de voltear a mirar a Draco—. Hijo, ayúdala con sus valijas.

Draco asintió sin protestar y tomó las maletas de Madelyn mientras ella le sonreía agradecida.

—Gracias por dejarme quedarme, Cissy —dijo Madelyn sinceramente, sintiendo una calidez en su corazón al estar de vuelta en la mansión.

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