Capítulo 9: Otras personas

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Martín daba vueltas en su despacho mientras Daniel se mantenía firme de pie. El padre de Clara no podía entenderlo. No podía entender a su hija y tampoco la postura que Daniel estaba tomando.

—Solo quiere cambiarse de fotógrafo. No es para tanto —Martín miró directo y desafiante a los ojos verdes del fotógrafo como si no estuviese en absoluto de acuerdo con las palabras que este había expresado—. A mí me parece bien. Ella quiere ascender. Y yo no tengo hueco, Martín. Lo siento. Quizás puede irse con Dilan. Ella puede hacerle las fotografías para la sesión de hoy. De todos modos estaremos juntos en la misma sala. No hay gran problema.

—Daniel, eres el mejor fotógrafo que tenemos... Yo quiero que le hagas tú las fotos a Clara. Eso me parece importante. Quiero que se acerque al mejor y que aprenda del mejor.

—Estaré allí. Pero es que no tengo hueco, Martín. De verdad... Dilan es buenísima en su trabajo.

—Sé que Dilan es buenísima, pero...

—Martín. Hazme caso. Creo que es importante para el crecimiento laboral de Clara que también pruebe con otros fotógrafos de la empresa. Lo que ella te expone tiene todo el sentido. Si solo trabaja conmigo, solo llegará a amoldarse a mí. Hay otros con mejores técnicas. Déjala que experimente.

La sesión de fotos estaba a punto de comenzar mientras Daniel y Martín todavía trataban ese tema. Gabriela estaba maquillando a Clara entre tanto. La joven ya iba vestida con unos pantalones vaqueros y una blusa ancha de la colección que estaban fotografiando.

—Al final no viniste ayer a comer. —La voz de Gabriela sonó dulce

—Tuve que irme. Íñigo, mi chófer, me estaba esperando y...

—¡Oh! El famoso Íñigo... —Sonrió mientras terminaba de extenderle la sombra de los ojos.

—¿Famoso? —preguntó Clara.

—Han salido varias fotografías en la prensa rosa esta mañana. Fotografías de la gala, ya sabes. Fue él quien te acompañó, ¿no?

—Sí. Fue él quien me acompañó.

—Además, Adriana no ha dejado de hablarme de ese chico esta mañana. Está como loca con haberle conocido. Dice que es muy gracioso.

—Es un tipo genial. ¿Adriana es...?

—Aquella chica de allí. —Gabriela señaló disimuladamente—. Lleva varios años con nosotros. Es modelo también.

—Me suena algo. —Clara tragó guardando una pregunta que quería realizar—. Por qué no viniste a la fiesta? —preguntó de sopetón.

—Esas fiestas no son para el staff. A mí me contratan por campañas y demás. Digamos que no solo trabajo para la empresa de tus padres, si no que trabajo para muchas otras.

—Mmm... Qué bien. ¿Y por qué fue entonces Daniel?

—Bueno... Daniel es el fotógrafo estrella de este lugar. Si él no fuese..., es como si no hubiese fiesta. A veces pienso que la hacen solo para que ese hombre pasee su culo por la alfombra roja que ponen a la entrada. —Gabriela carcajeó.

—Es un tipo...

—¿Carismático?

—No sé si carismático es la palabra que busco —comentó Clara—. Me refiero a que es un poco... extraño, ¿no?

—¿En qué sentido? —Gabriela terminó de maquillar a Clara.

—Pues en el sentido de que se presta demasiado a que las personas comenten y chismorreen sobre él.

Los días que estarás conmigo, aun sin estarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora