Tejidos del Tiempo

Lily siempre tuvo un vínculo especial con su armario. Cada prenda guardaba un recuerdo, una historia. El pequeño mameluco rosado, su primer vestido, le recordaba a las tardes tranquilas en brazos de su madre. La camiseta con el estampado de dinosaurios representaba sus días de juego en el jardín, imaginando un mundo lleno de criaturas prehistóricas.

Al crecer, su armario también evolucionó. Las faldas y los jeans reemplazaron a los shorts y overoles, mientras que las camisetas de bandas y los suéteres tejidos reflejaban su evolución musical y artística. Pero cada pieza, sin importar lo vieja o gastada, tenía un valor incalculable para Lily.

Una tarde, mientras ordenaba su armario, encontró un diario oculto entre las prendas. Era un registro de su vida, escrito con hilos y telas. Empezó a leer y revivió cada etapa de su vida, desde los primeros pasos hasta las primeras despedidas. El armario no era solo un espacio de almacenamiento; era un portal a su pasado, un recordatorio tangible de quién había sido y de quién se había convertido.