CAPÍTULO 2

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Habían pasado un par de días desde lo ocurrido y Jungkook aún seguía pensando en aquel omega.

Y había llegado a una conclusión: Haría a ese omega su novio y futuro esposo.

¿Decisión precipitada? Tómenlo como quieran, pero nadie iba a sacar ese pensamiento de la cabeza de Jungkook. Su lobo (quien la mayoría de tiempo se mantenía dormido y sólo se hacía notar en sus celos) se había despertado ese día, y desde entonces no había momento en que no le pidiera al humano volver a ver al omega.

¿Y quién era Jungkook para fallarle a sus instintos naturales? Exacto; nadie.

Decidido, salió de su habitación en busca del lindo omega.

No sería tan difícil, ¿cierto?

(...)

Estaba equivocado, llevaba media hora buscando a Taehyung y no había rastros del omega.

Iba a rendirse, sin embargo, el olor (ahora familiar) a caramelos llegó a sus fosas nasales, volteo a ver y ahí estaba el chico que tanto estaba buscando.

Llevaba una bandeja con platos, al parecer le había llevado el almuerzo a su madre.

Rápidamente se acercó a él, quitándole la bandeja de las manos.

— Déjame ayudarte.

— Alteza.

— Hola, otra vez. — Le sonrió.

— Alteza, déjeme llevar eso. — Intentó quitarle la bandeja, siendo un intento fallido porque el alfa fue más astuto y caminó velozmente en dirección a la cocina, el omega tratando de seguir el paso.

— Te ves cansadito, deberías descansar un rato, las siestas son muy buenas.

— Alteza, agradezco mucho su amabilidad y su preocupación por mi estado físico, pero para esto me pagan.

— Hagamos un trato. — Se detuvo, Taehyung lo miro. — Yo habló con la señora Sohyun para que no te descuente nada pero, pasas tiempo conmigo.

— Pero-

— Acéptalo o acéptalo.

El Omega frunció el ceño.

— Alteza, me encantaría pasar tiempo con usted, pero tengo entendido que tiene obligaciones más importante que pasar tiempo conmigo

— ¿Acabas de decir que te encantaría pasar tiempo conmigo? — Ignoremos que esa fue la única parte a la que su cerebro puso atención.

— Eh yo, yo no quise decir eso. — El alfa levanto una ceja divertido. — Ósea, no es que no me guste la idea de pasar tiempo con usted, ¡pero ese no es el punto! Lo que le quiero decir es que usted como príncipe tiene responsabilidades más importantes que pasar tiempo conmigo.

— ¿Cómo cuáles?

— Ehh. — Se rascó la nuca. — No sé, cosas de príncipe, que se yo.

Jungkook rio, el omega se veía taaan lindo.

— Está bien, pero no creas que te librarás fácilmente de mí. — Avisó, a lo que Taehyung solo asintió mientras reía, le empezaba a divertir la situación. — Aun así, llevaré esto a la cocina.

A Taehyung no le quedó de otra que dejar que el alfa llevará la bandera hasta la cocina.

El príncipe y el sirviente || KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora