-Key-
Dí varias vueltas en la cama, no quería ir al colegio pero en el fondo sabia que valdría la pena si podía ver a Kimi...
Habían pasado como tres semanas desde que me confesé a Kimi y ella no me dio respuesta aun. Hoy era viernes.
Suspiré he hice las sabanas a aun lado, desordene mi cabello y frote mis ojos levemente. Caminé hacia la ducha, me quité la ropa y me metí debajo de esta sin dudar..., lo malo fue que el agua estaba fría aunque por un lado me despertó bien.
Terminé y sacudí mi cabello con las manos, mire a un lado y me di cuenta de que no había traído mi ropa, maldecí y solo me envolví mis caderas con una toalla. Me sequé más o menos y me puse la ropa interior, volteé hacia el espejo y solté una mirada al ver mi torso.
-Si ella no se muere al ver esto no debe ser humana-dije entre risas.
Terminé de vestirme con mi uniforme y me puse las zapatillas. Me sequé mejor el cabello y solo lo peine con los dedos. Miré la hora en mi celular y mis ojos se me abrieron como plato. Cepillé mis dientes y bajé corriendo las escaleras,tome mi comida,me despedí de mi madre y escuche un "que te vaya bien", de mi padre, ya después de cerrar la puerta tras de mi.
Ya en el colegio me senté en la puerta esperando a Kimi hasta que ese chico de cuarto año, al que ella estaba abrazando la otra vez,pasó a mi lado y cruzamos miradas...y podría jurar que me miraba de mala forma.
Vi que se sentaba frente a mi y a lo lejos noté que venia Kimi con una de sus amigas. Al instante,el chico y yo cruzamos miradas.Rápidamente me levanté de mi lugar y corrí hacia ella.Volteé hacia el chico y me di cuenta de que trataba de venir hacia nosotros pero Aymara, la amiga de Kimi, lo estaba asfixiando con un abrazo.
-¡Hola, Kimi!-dije con una amplia sonrisa en mi rostro, tan solo verla me ponía así.
Ella me miró al igual que sus amigas y sonrió abriendo su boca, pero de esta no salió nada. Frunció el ceño y se miró entre tus amigas.Parecía confundida. Me di cuenta de que lo que buscaba en sus pensamientos era mi nombre, aunque se lo había dicho parece que se olvido. Que tonta es, olvido mi nombre, y qué hubiera pasado si la hacía mía y no sabía mi nombre, ¿cómo lo hubiera dicho entre gemidos?
-Ah, es cierto, soy Key Choi-tome su mano y posé un pequeño beso en esta.
La miré y sonreí descubriendo el sonrojo que trato de ocultar con la capucha de su abrigo. Quitó lentamente su mano e hizo un puchero-.Ya no te pases... pervertido-susurro.
Sus amigas nos miraban enloquecidas. Me paré derecho y sonó la campana. Sin dudarlo la tome de la mano y corrimos hacia adentro de la institución. Ella soltó un pequeño grito pero después sonreía divertida, volteó hacia sus amigas que quedaron atrás y les gritó: "Apúrense". Estas se miraron un segundo entre ellas para luego sonreír y correr.
Abrí las puertas y entramos, subimos las escaleras y nos detuvimos abrupta mente al recordar que estábamos en salones distintos."¡Mierda!", pensé en ese momento y la miré.
-¿Qué pasó pervertido?-dijo frunciendo el ceño.
-Debo irme, y vos también, acordate que tenemos clases-solté una risita mientras la miraba sorprenderse-.Bueno, pero no te culpo, se que te cuesta pensar en otra cosa cuando estamos juntos porque no puedes dejar de babear por mi-dije y la miré sonriente esperando ver su reacción.
Abrió la boca indignada para después hacer puños de ambas manos que tenia a sus costados-.Ya, cállate idiota. ¿Quién te crees que eres para decir eso?-suspiró-.¿Me pregunto que es lo que te da tanta confianza siempre?