Turno de cena en el Hotel LaSierra

Comensales difíciles

Era un día con mucho trabajo en el hotel LaSierra se habían alojado un grupo de turistas un tanto repelentes. Estábamos con el servicio de cena, después de media hora decidiendo que iban a cenar, de freír a pregunta al pobre Antonio

- Aquí tienes Ainhoa, por fin se han decidido que cenar –

- Ya iban siendo horas, gracias Antonio –

- Estos tienen pinta de que van a ser muy puntillosos –

- En peores plazas hemos toreado, venga que no se diga –

Empezó a leer la comanda y a repartir el trabajo, me encanta verla en modo profesional, ver ese lado sargento que tiene pero que cuando estamos las dos solas se vuelve un osito de peluche la cosa más dulce.

- Luz me has oído –

- Perdón Ainhoa – ella levanto una ceja y puso cara seria – lo siento chef es que ...

- Luz estamos a lo que hay que estar, que tenemos a un grupo de personas que hay que darles de comer, ponte a preparar la carne –

Rectifico me encanta verla en modo sargento, pero no que lo sea conmigo en la cocina, bueno ya en nuestro tiempo a solas..... tengo que dejar estos pensamientos si no otra bronca que me va echar y me tocara luego limpiar la cocina como castigo.

Mi madre entra en la cocina con gesto serio, nada bueno puede haber pasado ya que ella nunca se acerca por aquí y menos en medio del servicio.

- Chicos veis al grupo de turista que está allí sentado, pues no son unos turistas cualquiera, son parte de trabajadores de unas de las mejores revistas culinarias de este país, por eso sobra decir, que les dispenséis un trato exquisito, nos pueden recomendar en su revista y eso sería todo un impulso para este hotel y así conseguir la 5 estrella –

- Por supuesto Silvia, nos esforzaremos al máximo – contesta Ainhoa en su modo chef sargento

- Se que siempre lo hacéis, pero por favor esto tiene que ser el mejor servicio que hemos dado –

- Ya habéis oído chicos, esta noche quiero un servicio impecable esa comida no tiene que estar buena tiene que ser la mejor -

Después del discurso de Ainhoa pidiéndonos el 200% ahí estábamos todos dando lo mejor de nosotros y por fin los platos iban saliendo Ainhoa no perdía detalle de cada movimiento que se realizaba en la cocina, me encanta verla así tan concentrada en su trabajo.

En esto viene Antonio con un plato de vuelta y una cara de circunstancia que se le veía de aquí a Cuenca

- Dice que está poco hecha la carne, que si se la podéis pasar más –

- Por supuesto – contesta Ainhoa – Luz puedes pasar un poco más la carne –

Cojo el plato y voy a la plancha a carbonizársela cuando estaba perfectamente en su punto....Mientras tanto vuelve Antonio con otro plato

- Dicen que las verduras en tempura están demasiado rebozadas y poco hechas –

La cara de Ainhoa es un poema, el pobre Antonio se va corriendo para la sala, ella respira profundamente e intenta calmarse.

- Paolo haz unas nuevas verduras en tempura y no las reboces mucho –

- Pero si esas están perfectas –

- A los clientes no les ha gustado y nosotros trabajamos para ellos así que sin perder el tiempo –

- Si chef –