Capítulo 1: Carne Linda

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" Awooo... "

"Bepo."

".... awooo."

El suave olfateo se hace más fuerte junto a la oreja de Law a cada segundo y sus ojos se abren lentamente. Una nariz fría y húmeda le presiona la mejilla y sigue olfateando, seguida de un pequeño lametón.

"Bepo", suspira Law dejando que su mano suba para apartar la sensación.

Un gruñido bajo sale de la boca del perro mientras resopla contra el borde del sofá. Sus gruesas uñas chasquean mientras sus pies caminan de un lado a otro sobre el suelo de madera. El aliento caliente, y asqueroso, sopla contra la cara de Law. Su teléfono zumba en la mesita auxiliar sobre su cabeza, y extiende una mano ciega para cogerlo. Reza para que no sea la clínica la que necesita que vuelva tan pronto. El último turno aún pesa en su dolorido cuerpo.

'Sácalo a pasear, monstruo.'

Law entrecierra los ojos ante la vista previa del texto y vuelve a poner la pantalla en negro antes de dejarla caer sobre su pecho. Lo sabe. Sabe que Bepo necesita salir y quemar algo de energía, pero desearía que una transferencia fuera posible. Ahora mismo mataría por un poco de energía. Tal vez un café sería suficiente.

Su teléfono vuelve a sonar y se plantea ignorarlo, pero sabe que eso sólo le valdría algo mucho peor que un mensaje de texto. Estarán en su puerta. Llamando. Haciendo ruidos que sin duda harán que Bepo se suba por las paredes. Desbloquea el teléfono y, sin querer, suelta una carcajada al oír las palabras.

'No sabía que un aspirante a cardiólogo fuera tan despiadado'.

Sus manos trabajan rápidamente para responder al mensaje de texto con un escueto "Me voy". A Law nunca le han gustado las conversaciones tediosas, y menos por SMS. Es inútil, piensa, hablar con alguien cuando no puedes oírle. No puedes ver sus expresiones faciales.

No es que necesite ninguna de las dos cosas cuando Shachi le reprende. La cara del hombre se contrae en formas exageradas mientras adula a Bepo. Le dice a Law que un día, si no tiene cuidado, se lo llevará a su apartamento y al de Penguin para siempre.

Law les reta a hacerlo cada vez. Cuidar de un samoyedo no es fácil, pero Law no lo cambiaría por nada del mundo. Su vestuario es blanco en contra de su elección, y una cantidad absurda de dinero está presupuestada en rodillos para pelusas, pero es Bepo.

"Muy bien, muy bien", dice Law, y prácticamente puede oír la cola de Bepo moviéndose, "¿fuera?".

Se va en un instante, corriendo directamente hacia la puerta principal y Law espera el sonido del fuerte golpe que siempre le sigue. Y lo hace, sólo un momento después, cuando Bepo de nuevo no puede evitar deslizarse hacia la puerta por la excitación. Es mono, pero algún día tirará la puerta abajo. Law está seguro.

Una vez preparado, Bepo arrastra a Law hacia la puerta y éste tiene que tirar hacia atrás con la fuerza que aún le queda para intentar cerrarla. La llave se mueve en la cerradura mientras Law forcejea, y su brazo libre casi se sale de su sitio. Bepo jadea contra el tirón de su arnés y se muere por bajar corriendo las escaleras que ve frente a él.

"¡Bepo! Siéntate un maldito minuto. Por favor", Law se fuerza entre dientes apretados mientras hace girar la llave.

Bepo resopla y mira a Law por un momento antes de dejarse caer en el suelo. Law olvida a menudo lo bien adiestrado que está Bepo, lo inteligente que puede llegar a ser este malvavisco de animal. Saca la llave de la cerradura, sacude la manilla una vez para confirmarlo antes de guardarse las llaves en el bolsillo y gira la cabeza. Law le lanza a Bepo una mirada que dice, bien ahora vamos. Al parecer, eso es todo lo que hace falta antes de que vuelva a tirar de Law hacia delante. Resopla, se sacude contra el arnés mientras bajan las escaleras.

Carne Linda - LawluDonde viven las historias. Descúbrelo ahora