Capítulo 2: Todo está bien

1K 119 49
                                    

Luffy salta junto a Law, esquivando con elegancia a todos los presentes. Tiene la mano sujeta con fuerza a la correa de Carne y sus ojos escrutan con avidez los puestos. Si Law no lo supiera, pensaría que Luffy es un niño separado de su familia.

"¿Qué quieres hacer primero? ¿Tienes hambre? ¿Quieres jugar a algo? Creo que pronto tocará una banda. ¿Quizá podríamos ir a la sección de perros? Siempre hay un montón de golosinas, pañuelos y cosas así. Nami dice que es una pérdida de dinero, pero -dice Luffy y, por primera vez en más de un minuto, se toma un respiro-, podemos hacer lo que queramos. Me alegro de que hayas podido venir".

Luffy levanta entonces la vista hacia Law, con las mejillas enrojecidas por el frío y una sonrisa que se dibuja en el borde de los labios. Todavía lleva pantalones cortos y sandalias, por suerte un par diferente al que Law le vio al principio, lo que demuestra que Luffy al menos tiene un armario completo de pantalones cortos. Al menos esta vez lleva manga larga.

Law sabe que Luffy está siendo él mismo, genuino y desenfrenado. Law se alegra de haber podido venir. De poder conocer a Luffy cuando no anda privado de sueño.

Cuando dijo en la clínica que iba a necesitar el sábado libre, obtuvo la reacción que esperaba: un sinfín de preguntas. Después de negociar el hecho de que no se había tomado ningún tiempo personal en más de un año, decidieron que estaba bien. Al fin y al cabo, Law es el que más horas trabaja de todos los residentes. Se queda cuando no hace falta. Hace rondas para los demás cuando están fuera por diversas razones.

Lo único que pide es un día antes de Acción de Gracias y Navidad para volver al norte del estado a ver a su familia.

Por lo demás, siempre está dispuesto a estar de guardia, siempre listo para intervenir y adquirir experiencia. Esto hace que los demás residentes mantengan las distancias con él y está bien. De todos modos, no le interesa conocerlos. No está allí para eso.

"¿Torao?" pregunta Luffy poniéndose delante de Law, deteniéndose en seco, casi haciendo que Law corra directo hacia él, "¿Estás bien? ¿Te estás quedando sin aliento otra vez?"

Law pone cara de pocos amigos mientras una pequeña carcajada sale de la boca de Luffy. Luffy pone los ojos en blanco y se toma un momento para mirar en qué parte de la feria se encuentran. Para ser sincero, había estado un poco distraído desde que llegaron. Después de la semana que había tardado en llegar, Law sólo esperaba poder seguir a Luffy.

Se da cuenta que ese nunca fue un buen plan para empezar.

"Hm", canturrea Law mientras sigue mirando a su alrededor, observando los distintos puestos, "Podríamos ir a la sección de perros, supongo".

Al volver la vista hacia Luffy, Law jura que vislumbra el rojo. Un rojo que le resulta demasiado familiar. Al mirar por el rabillo del ojo, lo que sea, o quien sea, que creía que estaba allí, ya no está.

"¡Suena genial! ¿Verdad, Carne?" Luffy sonríe, girándose para mirar a Carne que jadea suavemente.

Sus pies caminan ligeramente bajo ella y tira de su correa, intentando avanzar. Bepo, que se ha comportado más de lo habitual, parece animarse ante la excitación de Meat, volviendo su atención hacia Law. Le cuelga la lengua por un lado de la boca y Law no puede evitar sonreírle. Qué bobo.

"La última vez que hicieron esto, tenían unas galletas de mantequilla de cacahuete buenísimas. Una noche, mientras jugábamos a un juego de beber, Zoro se comió uno sin querer, pero dijo que estaba bueno, así que...".

"¿Estás bien?" Law interrumpe, y su garganta se tensa con las palabras que no se suponía que fueran pronunciadas con un tono tan severo, "Quiero decir. Pareces más hablador que la última vez".

Carne Linda - LawluDonde viven las historias. Descúbrelo ahora