Capitulo 7: Peligros

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Mientras Kate leía el libro viejo y grande, Leo y yo nos perdíamos en nuestros pensamientos. Luego de unos minutos, Kate grito:

-¡Smile! Eres la tercera Faerywinkle y yo soy una guerrera o tal vez una de esas danzantes, aunque odia los bailes-.

-¡Esta dicho y escrito eres la guerrera de gran corazón!- dijo Leo levantando sus dos pulgares

-¿Guerrera? ¿De gran corazón?- pregunto Kate algo confundida

-¡Exacto! Veras Kate hay una profecía que habla de todos nosotros ósea yo, Lewis, Leo y tú. La profecía dice que debemos cumplir una misión, aunque en realidad no tengo idea de cuál es esa misión...- dije honestamente.

-Por eso es que ahora iré a nuestro mundo a buscar un libro sobre profecías. Volveré en la mañana- dijo Leo interrumpiéndome

-¿Nuestro mundo?- pregunto Kate

-Si, nuestro mundo; es una tierra en la cual viven criaturas mágicas como nosotros.- dijo Leo

-Está bien, entonces yo y Annie ¡Tendremos una noche de chicas! ¡Piyamada!- grito Kate entusiasmada.

Luego de que Leo se fuera, yo y Kate preparamos nuestras camas.

Luego de ver una película acerca de vampiros y charlar sobre chicos, Kate me pidió que le ensañara a controlar su magia.

La verdad es que no recordaba cómo usarla, aunque luego de mover mi mano y concentrarme en lo que quería que sucediera, logre crear algunas chispas y que creciera una hierba en la habitación. Kate trato de concentrarse pero se distrajo y casi quema su escritorio.

No pude dormir en toda la noche; tenia demasiados pensamientos en mi cabeza.

A la mañana siguiente Kate y yo nos dirigiamos a la cocina para que Kate pudiese prepararme algo de comer, cuándo alguien toco el timbre.

Kate fue abrir y se encontró frente a frente de Lewis, que al verlo Kate se largó a llorar. Lewis la abrazo consolandola y luego de unos segundos Kate tironeo de su remera y lo beso. Y durante ese pequeño instante pareció que todo había vuelto a la normalidad.

Los deje a solas unos momentos y me dirigi hacia la cocina donde esperaría a que Kate me preparase algo para comer ¡Estaba hambrienta!

Aunque el lado bueno era que todo estaba en paz: Lewis y Kate estaban juntos y no debíamos preocuparnos sobre raras profecias hasta que Leo volviese.

Estaba en la cocina sentada sobre la gran mesa de seis sillas que relucia en la habitación. Esperando a que Kate y Lewis acabaran su momento cursi y romantico, para que Kate pudiese cocinarme algo de comer. Cuando por fin acabo, Kate entro a la cocina seguida de Lewis.

Lewis se sento en la silla que tenía en frente mio perdiendose en sus pensamientos, mientras Kate preparaba el desayuno.

Luego de un rato empece a convensar con Lewis. Los minutos pasaban sin que los notara, Lewis tenía ese "don" de poder mantener una converacion con alguien. Siempre que conversaba con Lewis, el lograba que olvidara en lo que estaba pensando.

Hasta que 16 palabras me volvieron a la realidad en la que eramos criaturas magicas y que debía cargar con dos profecias, una rara y confusa y otra que incluía a una Sombra totalmente loca por poder que amenazaba con encontrarme.

-Smile debemos ir a nuestro mundo, Kate debe conocer a su raza y de donde proviene- dijo Lewis pronunciando aquellas 16 palabras.

-No sé si es buena idea...- dije dudando.

-Por favor- dijo Lewis poniendo cara de perrito mojado

- Está bien- dije un poco convencida- Iremos luego de desayunar.

Luego de que Kate sirviese el tan esperado desayuno, le comentamos la idea de ir a nuestro mundo. Kate parecía entusiasmada con la idea, pero yo seguia desconfiando de que era algo peligroso.

Despues de desayunar nos subimos al auto gris de Lewis.

Lewis encendio su auto y nos dirigimos hacia el bosque donde iríamos hacia el portal, el cuál era una cueva.

El viaje fue tranquilo, sin contratiempos. No hubo mucha charla, ya que Lewis estaba en el volante y mientras el conducía no dejaba que nada lo distrajera.

Luego de llegar, caminamos un trecho empujando toda vegetación que se nos cruzara. Yo iba al frente seguida de Kate y Lewis.

Al llegar a la cueva (portal) largue un grito de desesperación y de auxilio. Kate y Lewis se me acercaron a preguntarme que es lo que ocurría, pero lo único que podía hacer en ese instante era señalar a el cuerpo de Leo que estaba desmayado con varios rasguños y un gran golpe en la cabeza. Esa noche había ocurrido algo.



Lazos de magia <PAUSADA>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora