Los días pasaban y cada semana que pasaba Jungkook volvía a pagar más noches para Jimin. Su relación no avanzaba mucho o al menos no como el alfa quería. Jimin seguía luciendo desconfiado, temeroso y tímido con él. El alfa le regalaba algunas cosas para él y su cachorro, no lo hacía por algo, solo le nacía. Le regaló bastantes prendas al castaño, prendas que nunca tenía puestas. Él no estaba obligado a usarlas, obviamente, pero si le entristecía un poco al mayor que nunca se las pusiese.
Este era un nuevo día, un día más que piensa en el castaño de ojos azules. Cada visita que hacía al hotel hacía que piense cada vez más en él y, Jesús, eso lo asustaba. Si, tuvo novias y novios en algún momento, pero nada se parecía a esto. Se lo replanteó muchas veces y odiaba ser repetitivo con ese pensamiento en particular, pero no sabía porqué se sentía así cuando lo veía, no sabía porqué una sonrisa se le escapaba al pensar en su nombre, no entiende porqué siente que el mundo se detiene cuando lo mira. Simplemente no lo entiende.
—Señor Jeon, su madre está en la primera línea —dijo una de las tantas empleadas que había en el lugar.
—Claro, muchas gracias —dijo saliendo de su trance.
La chica se fue y Jungkook agarró el tubo del teléfono.
—Hola, cariño.
—Hola, mamá. Hace bastante que no llamas.
—Hey, no soy la única que se tiene que acordar que tiene un hijo, tú también te tendrías que acordar que tienes una madre.
Pues, tenía razón y Jungkook lo sabía. Pero entre el trabajo y el omega, no tenía lugar en su mente para su madre.
—Si, lo sé. Lo siento. Estos días no tenía lugar para pensar en otra cosa que no sea él trabajo —y Jimin—. Lo siento por no llamar, soy un mal hijo.
—No te preocupes, cariño, no es nada. A decir verdad yo tampoco tuve mucho tiempo de pensar en otras cosas, tu padre está cada día más insoportable y alguien tiene que sacar a flote el negocio.
—¿Sabes qué le pasa? Digo, siempre fue muy... Dongwook, pero últimamente está demasiado pesado.
—No, no sé lo que le pasa, ni tampoco me lo quiere decir.
Hubo un silencio extraño. Jungkook no podía descifrar muy bien el porqué era extraño y le daba miedo preguntar.
—Hay... hay noticias sobre tu hermana.
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Respiró profundo, inhalando el aroma a vainilla que reinaba la habitación. El rubio de servicio al cuarto le había conseguido un aromatizante de ambiente, decía que tenía que ponerle su toque al lugar porque por lo visto se iba a quedar un tiempo. Un tiempo. Jimin no podía estar más feliz, aquel alfa pagaba cada semana más noches y el omega no sabe como pagarle. Jungkook era tan bueno.
Jungkook.
Dios, si Jimin dijera que su omega no estaba cada vez más loco por aquel rizado mentiría, su omega estaba realmente loco por el alfa y él no sabía que hacer. Al principio podía controlarse, podía respirar profundo e ignorar a su omega, pero ahora ya no. El sentimiento crece cada vez más y Jimin tiene miedo, tiene miedo de enamorarse y volverse a equivocar.
Últimamente no pensaba tanto en Jihoon, pero había momentos en la noche donde derramaba lágrimas por él. Ese alfa seguía siendo el causante de sus inseguridades, ese alfa seguía siendo la piedra que no lo dejaba seguir. Ese alfa de algún modo le seguía importando. Había días donde pensaba que lo había superado, donde se decía que no le importaba, pero luego veía a algunas parejas y se acordaba de él, luego comentaban sobre su cuerpo y los comentarios del alfa venían a su mente. Jihoon no se iría fácilmente.
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park ᡴꪫ kookmin
RomanceJimin, un omega que fue rechazado por sus padres, su mejor amigo jugó con él y tuvieron un cachorro... un cachorro el cual no reconoció. Lo dejó en la calle y ahora un parque se convirtió en su paradero. Jungkook, alguien que pasaba por ese parque p...