C Y L.

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• Cristian Romero y Lisandro Martínez.

• Lisandro boypussy (chico trans)
























Decir que Lisandro no se banca a Cristian no significaría nada. Él lo odia. Lo detesta. Lo aborrece. No lo aguanta. Desea que Cristian esté caminando por la calle y lo atropelle un caballo. Así de fuerte es su odio hacia él.

Nahuel podría decir que lo detesta sin razón, pero Lisandro tiene razones más que suficientes para odiar al pelotudo de Cristian, y las va a enumerar en su diario íntimo de Violetta para demostrarlo.

RAZONES MUY BUENAS PARA ODIAR A CRISTIAN "CUTI" ROMERO.

1. mide 1.85, lo que significa que me presume su buena altura.
2. es cordobés. odio a los cordobeses (mentira, en realidad me encantan)
3. es un tarado egocéntrico y agrandado.
4. siempre quiere atención.
5. se hace el lindo con las profes de matemáticas y literatura.
6. se hace un corte de pelo espantoso (en realidad es bastante normal, pero a él le queda horrible)
7. cada vez que puede me mira de arriba a abajo y me empuja (me hace colapsar mentalmente y me dan ganas de agarrarlo de los pelos y estamparle la cabeza contra la pared)

Y listo, ahí termina la enorme y extensa lista de razones para odiar a Cristian.

Ahora estaba en el colegio, en clase de geografía. Odiaba geografía tanto como a Cristian. La profesora enseña como la mierda y no entiende nada.

Lisandro está sentado en el fondo al lado de la ventana, sin prestar atención a la clase. Miraba por la ventana a los pibes de quinto jugando fútbol en educación física, eran unos muertos. Ni un gol hacían, pobres.

Le recordaba a los momentos donde él apenas se había cambiado a este colegio y era completamente Lisandro.

Estaban jugando fútbol en educación física y él estaba como delantero, y el pelotudo de Cristian le pegó la barrida de su vida. Lisandro recuerda haberse enojado tanto que le pegó una piña en la nariz cuando el profesor no miraba y lo mandó a cagar. Obviamente después se hizo el tierno e insistió en acompañarlo a enfermería.

También recuerda cuando después de esa situación se cruzó a Cristian en los baños. El morocho estaba sonriendo lo más bien hasta que lo vio y lo miró con bronca. Lisandro sonrió. Cuti se le acercó y lo agarró del cuello, estampandolo contra la pared.

—'Cuchame, enano de mierda.— comenzó— Me llegas a pegar de nuevo y no la contás.— amenazó, sonriendo.

—¿Qué me vas a hacer, cagón? ¿Buchonearme con el director?— contestó Lisandro riéndose. Cristian negó lentamente, aún sonriendo.

—No, voy a hacerte cosas peores. Te juro que voy a hacer que sufras.

Lisandro bufó y lo empujó, saliendo enojado del baño y puteandolo. Luego de eso, Cristian llegó al salón haciéndose el buenito con todos y él lo odió profundamente. Falso. Cara dura. Sinvergüenza.

Un tiempo después, Lisandro comenzó a hablarse con una chica. A la semana la cruzó a los besos con Cristian. Se enojó tanto que casi le manda mensaje al morocho cagandolo a puteadas por chamuyero, porque el cordobés se come a una diferente cada semana.

De la nada, deteniendo sus recuerdos sobre el forro hijo de puta de Cristian, sintió un papel golpeando en su cabeza. Lo abrió y leyó:

presta atención gato, porque no vas a entender nada después.
—nahu.♡

Lisandro se dio vuelta, lo miró y le sacó el dedo medio y la lengua, siendo retado inmediatamente por la profesora que justo lo vio. Lisandro se disculpó y prometió que no volvería a pasar, pero al instante se volvió a dar vuelta y lo hizo de nuevo.

scaloneta one shots [gay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora