EN OJOS DEL OCASO

Capítulo 1

El sonido de las gotas de lluvia golpeando el techo del coche creaba una especie de ritmo tranquilo mientras conducíamos por el pintoresco camino rodeado de una exuberante vegetación y prados cubiertos de grama perenne.

Las conversaciones que sostenía con mi tía Margot nunca habían sido muy extensas, creo que nos habíamos llegado a entender sin muchas palabras. En el tiempo que pude compartir con ella, me di cuenta que tenía una determinación de acero, una característica que aun podía recordar de mi madre. No quería que me llevara a Bradford, perfectamente una ruta de autobús con gusto aceptaría llevarme en sus asientos por una hora. Pero, ella había insistido tanto que al final me resigné ante su petición.

Observé la pantalla de mi móvil y lo desbloqueé. Aún faltaba media hora de camino. Estuve a punto de ponerme los audífonos, cuando mi tía se animó a romper el hielo, aún manteniendo la vista en la carretera mojada.

—Tienes el número del Dr. Grant, que te di ¿cierto?

—Sí, lo he guardado en mis contactos.

—Excelente—. Solo se limitó a decir.

—Creo que todo está bien empacado en las cajas de atrás, solo me faltaban las cosas de mi estudio y...

—Elia, entiendo que quieras un nuevo comienzo, que necesites tu espacio—me interrumpió—. No quiero abrumarte más de lo que haz estado estas semanas, con tu admisión a la universidad, la mudanza... pero me preocupo por ti. ¿Estás segura de que es el momento adecuado?

—Ya le planteé la idea a Grant y estuvo más que de acuerdo en mi última cita. Un cambio de ambiente es lo que necesito.

Mientras los árboles verdes pasaban rápidamente, mi mente se llenaba de pensamientos sobre el futuro. Había pasado por tanto en los últimos años, desde el accidente que me dejó sin recuerdos hasta las sesiones de terapia que me habían ayudado a recuperar parte de mi identidad. Pero en este momento, con todo mi ser, sentía que era hora de dar el siguiente paso en mi vida.

—Eso lo entiendo, me parece una buena idea...

—Tía Margot, he pasado por tantos obstáculos en los últimos años que... debo darme un respiro.

Sin duda, no deseaba quedarme atrapada en el pasado y pretender que todo estaba congelado en el tiempo, no era sano.

Margot apretó ligeramente el volante. —Lo sé, cariño. Pero me preocupa que puedas tomar decisiones impulsivas en este momento. Tu bienestar es lo más importante, y tu tratamiento no ha terminado.

No recuerdo parte de mi vida antes del impacto, hay fragmentos dispersos que quizá no vuelvan a mí nunca más. Había sido diagnosticada con amnesia severa una vez que desperté una semana después del fatídico accidente. Aún recuerdo que en los primeros días, los murmullos y las conversaciones de las enfermeras tomaron presencia en los pasillos de Weckhan Park. Había sido casi un milagro el hecho de estar con vida . Estaba profundamente agradecida por las personas que estuvieron conmigo, pero no pensaba ser una carga más.

—No creo que termine en mucho tiempo—dije con sinceridad.—Pero estoy trabajando en mi misma y puedo continuar el tratamiento donde quiera que esté. Entiendo tus preocupaciones, me siento más fuerte gracias a ti.

Mientras el paisaje seguía cambiando ante nuestros ojos, reflexioné sobre las palabras de mi tía. Era cierto que mi recuperación aún no estaba completa, al menos no físicamente. Sin embargo, sentía una fuerza interior que me impulsaba a seguir adelante, a tomar el control de mi vida.

—Lo entiendo, Elia, y sé que eres una persona fuerte.—dijo, frunciendo ligeramente el ceño—. Pero también quiero que tengas en cuenta que este es un proceso complicado.